Con José Luis Fernández, integrante del dúo Los Orilleros
32 AÑOS DE TRAYECTORIA
Aunque habitualmente se presenten acompañados por otros músicos, por lo general en formato sexteto, el núcleo duro y fundacional de Los Orilleros está compuesto por José Luis “Pato” Fernández (de Los Cerrillos) en primera guitarra y segunda voz y Freddy “Corito” Rolando (de Aguas Corrientes) en primera voz y segunda guitarra. Actualmente completan el sexteto Nicolás Constantín en batería, Ricardo Aquino en acordeón, Bernardo Dogliotti en percusión y Oscar Pimienta en bajo. Desde su creación, el 17 de diciembre de 1982, han grabado siete discos: “Los Orilleros” (1985), “Desde la vida, hacia la vida” (1987), “Razón del canto orillero” (1992), “Para su gente” (1998), “20 años” (2004), “Desde el sur al corazón” (2008) y “25 años” (2008). En 1984 obtuvieron el segundo premio en el Festival Nacional de Folklore de Durazno, participando además en los festivales Del Olimar (Treinta y Tres), De la Patria Gaucha (Tacuarembó), Del Lago Andresito (Flores), De los Parques (Rocha), Forestal (Villa del Carmen), Del Mate (San José), De la Liga Federal (Carmelo) y De la Semana Criolla, además de otros varios rincones del país y de Argentina. Por contrataciones los interesados pueden dirigirse a su representante Sergio Rodríguez (celular 099610387) o contactándose al correo electrónico orillerosmusica@gmail.com. Cultivan principalmente ritmos provenientes de la región, dentro de los cánones musicales comunes a este tipo de formaciones, pero también asombran y logran un mayor destaque cuando versionan con arreglos propios algunas canciones de autores de otros estilos, donde su mayor logro radica en la interpretación, por ejemplo, del tema “Desapariciones” del panameño Rubén Blades. Aunque el público cerrillense los considera uno de sus grupos más importantes también hay quienes les critican su no colaboración en actos benéficos.
—¿Cuál fue el punto de arranque de Los Orilleros?
—El punto de arranque fue hace unos cuantos años, por 1982.
—En plena dictadura.
—En plena dictadura, sí. Arrancamos con un montón de condiciones, tratando de cantar lo que la gente quería que cantáramos. Participamos en el Festival de Durazno, donde tuvimos la suerte de lograr un premio, luego seguimos actuando en otros festivales, fuimos como invitados especiales al Festival de Durazno al año siguiente, y ahí comenzó la trayectoria. Grabamos el primer disco en 1984 y de ahí en más tenemos siete discos grabados, suficientes para mostrarle a la gente la trayectoria nuestra.
—¿En forma independiente o con algún sello discográfico?
—El primero con el sello La Batuta, el segundo con Sondor, el tercero con Ediciones Amanecer, y últimamente grabamos con un sello de Tacuarembó, con Montevideo Music Group, y después una edición nuestra.
—¿Qué ha cambiado de lo que decían en 1982 a lo que dicen en 2014?
—Han cambiado muchas cosas. Cuando recién comenzábamos… Hicimos todos temas nuestros en el primer disco, con la pluma de un muchacho de Aguas Corrientes, y ahí fue que empezamos a meter el estilo nuestro. Después ya empezamos a tomar canciones de solistas para hacer nuestras versiones como dúo, y siempre con temas nuestros.
—Argentina y Chile tienen mucha tradición en grupos y Uruguay tiene mucha tradición en dúos, donde muchos se parecen a otros. ¿Ustedes tienen alguna influencia directa de algunos de los dúos masivamente conocidos?
—Cuando comenzamos el dúo que sonaba era Los Olimareños. Cuando uno empieza a tocar la guitarra cantaba las canciones de Los Olimareños porque la gente quería escucharlos y no los podía escuchar, en comidas, en reuniones familiares, por supuesto que no en el escenario porque no te las dejaban cantar. Uno siempre tiene un norte musical, y en ese tiempo como dúo eran Los Olimareños.
—¿Cómo fueron recibidos en aquellos comienzos en un pueblo chico, conservador y semirrural como Los Cerrillos?
—Cuando empezás a cantar empezás a ser conocido en la zona, y si la gente ve que vas para adelante empieza a apoyarte. Nosotros en nuestro pueblo nos sentimos bien recibidos y bien apoyados. Hay mucha gente que nos sigue y que gusta de nuestras canciones.
—¿Cómo se manejan como compositores e intérpretes desde el punto de vista empresarial?
—Tenemos un representante, pero por lo general recibimos llamadas de la gente, de las entidades contratantes, que nos llaman directamente a nosotros. Pero nuestro representante para los festivales grandes es Sergio Rodríguez.
—¿Pero tienen algún código de ética para moverse?, ¿a tal lugar van, a tal lugar no van?
—No. Nosotros nos movemos donde nos pidan y nos quieran llevar. En ese sentido no tenemos problema de ir a ningún lado.
—¿Hoy por hoy en qué están?, ¿preparando algún nuevo disco?
—Estamos grabando algunas canciones, pero las tenemos ahí por algunos problemas familiares que nos están trancando un poco las grabaciones. Así que vamos a tratar de sacar lo más pronto posible el nuevo material, y mientras seguimos caminando sobre los escenarios.
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