Paradoja judicial
DE VÍCTIMA A VICTIMARIO
El domingo 28 de setiembre el vecino Carlos Batista, que vive a cinco metros de las primeras vacas, estaba registrando fotográficamente ese foco infeccioso desde fuera del predio cuando un empleado que manejaba un tractor comenzó a increparlo para luego terminar amenazándolo. Batista se dirigió de inmediato a la seccional 3ª de policía para radicar una denuncia por amenazas. Paradójicamente tres días después le llegó esta notificación del juzgado de Paz de Los Cerrillos donde se le intima a respetar la propiedad privada. Ignoramos si acaso también le habrá llegado alguna notificación similar al amenazador advirtiéndole que debe respetar la integridad privada de las personas que simplemente se limitan a fotografiar un predio que se encuentra a la vista de todos. Sea como fuere, esta parece ser una demostración más, en este caso nada menos que de parte de un juez, donde se coloca a la víctima en el lugar del victimario. Cuando el pasado 14 de octubre una periodista nos entrevistó para Hoy Canelones insistió sobre si no temíamos que pudieran sucederse nuevas y más directas amenazas en el futuro, pero como el miedo jamás ha podido detener estas prácticas sólo podemos esperar que sea la justicia quien las impida con alguna medida ejemplarizante que en esta notificación no aparece como tal. O mejor dicho, si alguna amenaza se concretara sólo será la justicia la responsable de ese acto violento.
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