Con Jorge Rucks, director nacional de Medio Ambiente
LA HISTORIA OFICIAL
El arquitecto Jorge Rucks, hombre difícil para encontrarlo disponible si los hay, es la máxima autoridad en la DINAMA, y como tal nos proporciona elementos sobre muchas de las muchas irregularidades y saldos pendientes en que incurren los responsables del campo hotelero de Los Cerrillos, concluyendo en que si vencidos todos los plazos no logran sanear su situación el hotel preexportador deberá ser clausurado.
—¿Qué surgió de la inspección realizada por la DINAMA en el campo de Bentancor, en Los Cerrillos? ¿Con qué se encontraron, qué vieron, qué pudieron llegar a evaluar?
—Nosotros lo que tuvimos inicialmente fue una denuncia sobre una situación de olores, contaminación de aguas y problemas ambientales más generales en un feedlot, o lo que se denunció como feedlot, en la zona de Cerrillos. Esa denuncia motivó una inspección de la DINAMA que se hizo el 12 de agosto. El 12 de agosto se fue a la zona y se revisó la situación. Hay un informe de la inspección que se hizo en donde se detectan los problemas principales ambientales que tenía ese establecimiento, que en realidad no es un feedlot sino que es un cuarentenario, es un espacio que se alquila por parte de una empresa para la cuarentena previa a la exportación de ganado, y por lo tanto hay una concentración de ganado, en forma similar a los feedlots digamos, y queda comprendido dentro de la misma normativa que cubre a los feedlots, y particularmente queda comprendido dentro de las medidas que se plantearon para el área de la cuenca del Santa Lucía. Eso determina una situación particular porque los cuarentenarios fueron incluidos dentro de la normativa y tienen que cumplir con ciertos requerimientos formales de presentación de lo que son los planes de tratamiento de los residuos y de los efluentes. Por otro lado había situaciones que motivaron una comunicación, una vista, a la empresa, básicamente detectando tres orígenes de los olores, uno era el tema del ensilado (proceso de conservación del forraje) porque había un lugar donde se ponía ensilado todo el alimento del ganado; luego había un problema con los residuos que quedaban de los alimentos del ganado a los costados de los comederos, que no se limpiaban; y en tercer lugar había un problema del manejo del estiércol del ganado. Eso llevó entonces a que la DINAMA le hiciera una comunicación, una vista, de la situación irregular que tenía y de las responsabilidades que la normativa le ponía a la empresa, vista que se le dio el 12 de setiembre. La empresa no respondió en ese momento y en el plazo que se le dio a esa vista que se le había dado de los problemas y de las soluciones que tenía que plantear y recién las presentó después que se le hizo la segunda intimación a presentar información, el 7 de octubre. O sea, el 7 de octubre la empresa informa que había tomado medidas sobre el tema de los olores, informa que ha limpiado los comederos, que ha trasladado el lugar donde se hacía el ensilado y que el estiércol se está acumulando en lugares concentrados para después entregarse como fertilizante orgánico cuando lo van colocando con distintos productores que les interesa. Esa es la respuesta que da. Ahora, los problemas sustantivos ellos tienen que atenderlos en base a la normativa que está vigente para esa zona, y en ese sentido ellos tienen plazos que tienen que cumplir para presentar lo que se les exigió, que fue el cumplimiento de lo que indica el decreto que el ministerio emitió sobre la cuenca del Santa Lucía, que es el decreto 162 del 4 de junio de 2014, por el cual ellos tienen que presentar una solicitud de autorización ambiental especial ante la DINAMA para el funcionamiento, donde tienen que cumplir una serie de requerimientos en cuanto al tratamiento de efluentes y los residuos. Y después tienen que cumplir, a la vez, y presentar ante la DINAMA, una solicitud de autorización de desagüe. Esas dos cosas tienen plazo para presentarlas -todavía no las han presentado- para lo que es autorización ambiental especial tienen un plazo de seis meses, y para lo que es la solicitud de autorización de desagüe también el plazo es de seis meses. El plazo es a partir de la fecha en que se emitió el decreto, de manera que ellos ya tienen que estar presentando en el plazo de seis meses los dos planes para poder poner en regla la operación de ese cuarentenario. Esa es la situación actual.
—Hay otro punto señalado en el artículo 9 del decreto 162/014 que refiere a que ese tipo de establecimientos no puede estar a menos de cinco kilómetros de una población, y acá está pegado.
—Eso es para los establecimientos que se van a establecer. Para los establecidos hay una situación particular, que tienen que reglamentarse y analizarse las condiciones de operación especial que se les pueden poner por las condiciones previas, pero los que ya están establecidos tienen una consideración particular. Evidentemente que después de los estudios y análisis se puede llegar a situaciones de considerar que están en una situación que tienen que ser trasladados, pero no te puedo adelantar… porque ese análisis justamente depende de los planes que ellos presenten y de cómo se va manejando el tema de los efluentes y las emisiones.
—¿Qué pasaría si ellos no presentan todo lo solicitado por DINAMA antes del 4 de diciembre?
—Ahí empieza el proceso de sanciones, y se le dan plazos nuevos para el cumplimiento pero sobre la base de que ya hay una sanción. Y en la medida que sea repetitivo, y de mantenerse la situación, se puede llegar hasta la situación de clausura. Pero básicamente se lo va intimando al cumplimiento a partir primero de sanciones y después de intimaciones a cumplir. Se le comunica desde el momento en que los incumplimientos ya son reiterados la situación de clausura que eventualmente puede llegar.
—¿Pero eso cuánto tiempo demandaría?
—Eso depende de los plazos en que ellos estén presentando la información. Si ellos están presentando ahora, en tiempo, esa información, se analiza, se verifica la viabilidad, si se da la autorización o no se da la autorización, y ahí se identifica si se cumplen las condiciones necesarias para que sea de acuerdo a la normativa aceptable el rendimiento y las condiciones de operación, y si no es aceptable se harán las recomendaciones que corresponda.
—¿Los permisos que ellos tienen hasta el momento del MGAP son para la actividad que están desarrollando?
—Ese es un tema del MGAP. Yo eso no te lo puedo responder porque no tenemos esa información.
—¿En cuanto a la afectación de la salud humana de todos los que rodeamos ese campo hay alguna expedición de parte de DINAMA?
—En los análisis ambientales que se hacen, cuando se trabaja sobre el tema de contaminación, es decir, de los niveles de efluentes y los niveles de olores, uno de los elementos que se está incorporando es el tema de la incidencia sobre la salud humana de los vecinos que rodean. Por eso la normativa tiene en cuenta esos aspectos. El tema es que sobre el tema de feedlots y cuarentenarios las acciones de control desde el punto de vista ambiental son bastante recientes, estaban básicamente vinculadas a las autorizaciones del MGAP. Nosotros hemos entrado en esto en los últimos años y realmente estamos encontrando situaciones que requieren una mayor atención por los problemas, como vos decís, donde se identifican problemas sobre poblaciones vecinas, y sobre eso tenemos que atender una situación que compete a otros ministerios, en este caso el MGAP y el MSP, pero que desde el punto de vista nuestro tenemos que avanzar en soluciones que vamos en el caso a caso, porque son situaciones que ya están dadas.
—¿Qué 50 por ciento pesa más, el 50 por ciento de que la actividad pueda seguir o el 50 por ciento de que pueda ser clausurada?
—Eso es parte del análisis que tenemos que hacer. Cuando ellos presenten estos requerimientos nosotros vamos a analizar la capacidad de carga que tiene ese lugar y los temas ambientales que se generan ahí. Sobre esa base pueden haber muchas alternativas. Necesitamos conocer más en profundidad cuál es la voluntad de la propia empresa de resolver los problemas, y si nosotros llegamos a la conclusión de que los problemas no se pueden resolver no será el primer caso en donde nosotros recomendamos un traslado de una actividad. Pero para eso tenemos que tener elementos que nos demuestren claramente que no hay soluciones viables.
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