sábado, 18 de octubre de 2014


 Violencia medioambiental
VACUNADOS A LA FUERZA
 

El paraíso cerrillense está pagando los platos rotos del 
capital inescrupuloso de unos pocos que lo convierte 
en un infierno para los más. 
Tal conversión ha generado un despertar en la población, que comenzó a reclamar por sus derechos, y ese
reclamo se expresa exigiendo la reacción de las autoridades, denunciando en los medios de prensa o cortando rutas y
quemando cubiertas, lo mismo da. 
El predio destinado al alojamiento transitorio 
de miles de vacas contamina el aire, la tierra, 
los cursos de agua y la salud de la población cercana.
Así lo saben la Intendencia, el Ministerio de Ganadería y la DINAMA que les ha dado plazo a los dueños del campo 
hasta el 4 de diciembre para regularizar lo irregularizable, 
basada en el artículo 9 del decreto 162/014 que desde hace 
cuatro meses prohíbe esta práctica insalubre a menos de 5 kilómetros de un centro poblado. 
Tenemos paciencia porque hemos esperado demasiado, pero 
¿qué vida nos espera vencido ese plazo?, 
¿quién ganará esta partida que venimos perdiendo todos?

Desde aquí se ve

LA PROXIMIDAD DEL PRÓJIMO


Los titulares del campo que ofrecen servicio de hotelería ganadera operan con dos firmas: Riton S. A. y Klarimar S. A., las dos a nombre de María Laura Bentancor Ledesma. La primera se establece en su tarjeta personal, que logramos obtener, y la segunda por confesión de parte en una carta publicada en Hoy Canelones. Todo el resto de la historia es demasiado conocida por los habitantes de Los Cerrillos como para detenernos en ella. Y con una u otra firma gestionan cuatro campos de similares características, uno en Florida, otro en Sauce, un tercero en Cuatro Piedras y, el que nos compete, a menos de un kilómetro de la zona urbana de esta localidad. Todos ellos están autorizados por el MGAP pero no así por la DINAMA. Por eso, a raíz de una denuncia presentada por varios vecinos de Los Cerrillos, la Dirección Nacional de Medio Ambiente realizó una inspección en ese predio el pasado 17 de setiembre y un día después Bentancor Ledesma recibió en su casa la visita de los técnicos municipales Mauricio Olivera y Fernando Di Pólito. En esa reunión Bentancor presentó la habilitación del Ministerio de Ganadería pero no así de Medio Ambiente, fundamentalmente porque no la posee. Y no la posee porque parece estar violando varias normativas exigidas por ese organismo gubernamental. Una de ellas es lo establecido en el artículo 9º del decreto 162/014, donde a partir del 4 de junio de este año se prohíbe el asentamiento de estos establecimientos a menos de cinco kilómetros de un centro poblado y alejados unos 200 metros de casas habitadas. Por este incumplimiento la DINAMA le dio un plazo que vence el próximo 4 de diciembre para regularizar la situación, lo cual parece al menos imposible ya que aún no existe ningún mecanismo conocido que pueda trasladar un campo entero a varios kilómetros del lugar donde se encuentra, estableciéndose además que tal emprendimiento debe realizarse a una distancia no menor a 500 metros de una ruta de alto tránsito, lo que también parecería difícil de resolver ya que el ingreso y egreso de los animales se realiza en el kilómetro 38.800 de la ruta nacional 36. Para continuar vale aclarar que la DINAMA califica esta modalidad de encierro vacuno como una práctica cuarentenaria, indicando también que no le corresponde la categoría de feedlot, ya que en Uruguay no existe ningún feedlot, como sí los hay en Europa y Estados Unidos, donde sólo se los alimenta en base a granos, en tanto que en nuestro país esa alimentación se complementa básicamente con pastura natural. O sea que lo que aquí se ofrece es un servicio de hotelería arrendado a terceros para que luego esos bovinos sean exportados en pie a Egipto con fines reproductivos. Lo que la DINAMA exige, entre otras muchas cosas, es que se respete ese distanciamiento de la población; pero también que se cumpla con un adecuado sistema de bebederos, ya que cada vaca consume entre 60 y 70 litros de agua por día; pero también que el piso del terreno reciba el correspondiente tratamiento para evitar que los animales se entierren en el barro; pero también que se tomen todas las precauciones necesarias para impedir que este sistema intensivo pueda llegar a contaminar el suelo por mal manejo en la disposición de los efluentes y del estiércol; pero también que no se contaminen las aguas superficiales por el escurrimiento de esos efluentes o las subterráneas por infiltración; pero también que se mitigue la proliferación de moscas y roedores y la degradación del paisaje; pero también que los habitantes no se vean afectados por la emanación de olores y polvo. Además Medio Ambiente señala que debe dársele una adecuada disposición final a esa cantidad importante de estiércol para que el agua al atravesar el terreno no se cargue de materia orgánica, fósfro, potasio y microorganismos patógenos, teniendo en cuenta que cada vaca excreta por día entre el 5 y el 6 por ciento de su peso. En definitiva, la DINAMA ya no sólo sugiere, sino que a partir de este año ordena, que deben mitigarse al máximo los efectos ambientales negativos, partiendo de tres puntos: la elección de la localización, el diseño de las instalaciones y la operación del establecimiento, instrumentando sistemas de captación, recolección, almacenamiento y tratamiento de efluentes; concretamente para el manejo del estiércol zonas de disposición, y en algunos casos para evitar que exista infiltración el piso de los corrales debe tener cierto proceso de impermeabilización, agregando arcilla si fuera necesario, aunque luego con el desarrollo de la actividad los propios animales con el pisoteo generan una capa impermeable compactada de estiércol-suelo. Así mismo, y esto lo aclaramos sobre todo para algunos vecinos que lo han considerado negativo, se afirma que las lomas construídas dentro de los corrales, donde habitualmente se apila y compacta el estiércol, favorecen el drenaje, pero que a la par se deberá crear un sistema de contención de efluentes a través de lagunas de almacenamiento. Pero además del de la DINAMA también existe otro decreto, el 178/010 del 7 de junio de 2010 del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, donde se consigna que el predio deberá contar con corrales destinados a albergar animales enfermos y en recuperación, manteniéndolos aislados del resto, que el establecimiento debe tener un equipo de desinfección de vehículos y personas y un lugar cerrado que oficie de crematorio o enterramiento de cadáveres, lo cual impugnaría que los animales continúen siendo arrojados en los dos pozos existentes detrás de un cañaveral o quemados en medio del terreno, junto a todos los demás, como se nos ha manifestado. Este decreto del MGAP indica también que estos establecimientos deberán contar con un sistema de retiro periódico del estiércol que minimice la contaminación ambiental y preserve el bienestar animal y la salud pública. Todas estas son nuevas ordenanzas genéricas para este tipo de prácticas rurales, llámense ellas engorde a corral, cuarentenas o lo que comúnmente se conoce como feedlot, no solamente para el albergue transitorio de ganado vacuno como en Los Cerrillos. Como decíamos al comienzo el plazo de adecuación a las nuevas normas vence el próximo 4 de diciembre, y según se nos expresó extraoficialmente, si no se cumple con ellas se procederá a la clausura del predio, ya que además la habilitación cursada en 2004 por parte del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca estaría dirigida a otra actividad bastante diferente a la que se está llevando a cabo. Así dicen.


La versión de María Laura Bentancor Ledesma
A CONFESIÓN DE PARTE

La responsable del campo publicó el mes pasado en el diario Hoy Canelones, argumentando en su defensa, la carta que reproducimos a continuación. Para respetarla, mantenemos aquí todos sus errores de puntuación y sintaxis.

A la opinión publica:
Klarimar S.A. hace llegar a la población la siguiente declaración:
La empresa que represento, se dedica al rubro hotelería de ganado desde el año 2004; ha realizado desde esa fecha, más de 60 embarques desde el predio de Los Cerrillos; su actividad genera más de 30 puestos de trabajos directos e indirectos en la zona. También genera  movimientos en productores de la zona que producen forraje y/o venta de ganado que los exportadores de ganado en pie necesitan.
Desde el comienzo de nuestra actividad, las instalaciones son las adecuadas para el desarrollo del mismo, contando con todos permisos solicitados hasta la fecha.
Hasta el día 18 de setiembre pasado nunca se tuvo ningún tipo de problema o denuncia, como así tampoco ningún contacto con vecinos por problemas referentes al mismo.        Ese día se intentó realizar un corte de la ruta 36, en las entradas de nuestro establecimiento, en principio organizado por 4 personas, vecinos de Los Cerrillos.            Que, aparentemente, el único indicio o motivo del mismo (corte) fue la denuncia por un ternero muerto (denuncia que se contestó y se dieron en su oportunidad, las  explicaciones del procedimiento a la autoridad judicial y policial de la zona).
Quienes conocen y saben de estas actividades, comprenden que siempre existen este tipo de riesgos y a veces pérdidas de algún animal, todo dentro de lo previsto y controlado por la autoridad competente, es de destacar que en épocas de lluvia y frio, esas pérdidas son más frecuentes, dado que las vacas hacen su parición y los terneros mueren por razones obvias, pero mueren algunos, no cientos.
El campo donde se desarrolla nuestra actividad está en las condiciones sanitarias requeridas y bajo la supervisación de veterinarios que no sólo responden a la autoridad pública que regentea estas actividades, sino que también son personas sensibles al trato de los animales y gente de campo entendida y preparada para esas actividades. Nuestra empresa, ya sea por sus directores o empleados, no cruzaron palabra ni se entabló discusión con los vecinos apostados en la ruta, entendemos que no es la vía adecuada de resolver las distintas visiones que se puedan tener de la actividad que se desarrolla.
Siempre estamos y estaremos para dialogar, con quienes puedan tener alguna inquietud sobre la actividad que se desarrolla en nuestro campo.
El denominador común de la gente de trabajo es el respeto!!!!

Los Cerrillos, 24 de setiembre del 2014.
María Laura Bentancor Ledesma.
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Nota de Redacción: Como director de esta revista pero también como uno de esos cuatro vecinos que iniciamos el piquete con quema de cubiertas el 18 de setiembre voy a realizar algunas puntualizaciones ante esta carta. Bentancor Ledesma ofrece un primer dato importante, pero falso al menos en Los Cerrillos, y es que su operativa se remonta a diez años, por lo cual nos llama la atención la paciencia de los vecinos que recién comenzaron a denunciar desde comienzos de esta década, porque denuncias hubo aunque ellas no hayan prosperado. Pero en Los Cerrillos todo esto comenzó en 2009. El motivo de ese corte de ruta no fue la muerte de un ternero sino la existencia de esta hotelería que afecta profundamente la calidad de vida de todos los vecinos del lugar. Es por ello que no nos corresponde dialogar con los titulares del predio hasta tanto no suspendan sus actividades, y menos aún cuando el día del corte -y en su presencia- desde detrás de la puerta de acceso sus empleados nos insultaban buscando una similar respuesta de nuestra parte, que no lograron. En cuanto a que cuentan con todos los permisos le dejamos la palabra a la DINAMA. Y coincidimos en que todos merecemos ese respeto básico que de ellos jamás recibimos.
Con Nelson Larzábal, director de Desarrollo Rural IMC
EXPEDIENTE 201481104000109


Casi un centenar de vecinos de Los Cerrillos envió el pasado 15 de abril al ingeniero Larzábal, a través de la Alcaldía, una carta solicitándole que “intervenga en la medida de sus posibilidades, considerando que esta situación no dignifica la condición de los lugareños sino que, al contrario, la sumerge entre la implementación de una forma de explotación ganadera que todos conocemos no responde a términos de sustentabilidad ni sostenibilidad”, la cual “amerita una intervención urgente de las instituciones y organismos públicos que correspondan”. Pero lamentablemente, por razones burocráticas, esta denuncia recién llegó a manos del jerarca municipal cuatro meses después, el 18 de agosto. A los dos días, el 20 de agosto, pasó al Cuerpo Inspectivo, y desde allí, el mismo día, a la Inspección de Contralor General de Gestión Ambiental, la que en la misma fecha la devolvió a la Dirección de Desarrollo Rural, de donde salió el 6 de octubre hacia la Dirección General de Desarrollo Productivo y el 9 de octubre hacia la Dirección General de Gestión Ambiental, donde hoy se encuentra. En tanto, a las 17:56 hs. del 18 de setiembre, a la misma hora del mismo día en que se realizaba la quema de cubiertas frente a las puertas de acceso al campo, sobre la ruta nacional 36, el ingeniero Larzábal, a quien se le había notificado ese mediodía que se iba a realizar ese piquete, mediante correo electrónico envió esa denuncia de los vecinos a la Dirección Nacional de Medio Ambiente, lo que motivó que la DINAMA dispusiera una inspección en el predio para el día siguiente. Sobre estos y otros temas dialogamos en Los Cerrillos con el ingeniero agrónomo Nelson Larzábal.

—¿Qué competencias tiene la Intendencia sobre este tipo de actividades? 
—La Intendencia tiene poca jurisdicción sobre estas cosas productivas. Está la Dirección de Gestión Ambiental, que es la que controla toda la parte de medio ambiente y la Dirección General, que es algo nuevo, de contralor, que es la otra que toma cartas en el asunto cuando hay denuncias de vecinos por ejemplo. Pero a lo que podemos limitarnos cuando es un emprendimiento de producción rural en el medio rural, es a verificar si tiene todas las autorizaciones del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca.                —¿Solamente del MGAP? 
—Sí. Pero en estos casos, como el de esta concentración de animales, que para el MGAP el permiso que está otorgado es por un cuarentenario, yo tengo mis dudas si realmente es un cuarentenario porque me parece que el ganado está mucho más tiempo del que pueda ser una cuarentena o una adaptación para exportar. Cuando esta empresa había gestionado un permiso cerca de la ciudad de Canelones, y habíamos estudiado el caso, ellos nos decían que nunca estaban más de quince a veinte días los animales en el lugar.
—¿Quiénes decían? 
—La empresa, era uno de sus argumentos, porque ellos sólo los tenían ahí para que se adaptaran a comer, por la comida que iban a recibir después durante el viaje (de exportación a Egipto), y ya los sacaban, pues tenerlos más tiempo en esas condiciones era totalmente antieconómico. Por lo tanto, en ese momento el argumento que daba la empresa era ese, que los animales nunca estaban más de quince días en el lugar. A Desarrollo Productivo cuando es un emprendimiento nuevo nos suelen solicitar permisos de localización, si en ese lugar se pueden instalar, pero eso es algo nuevo que recién se está instrumentando con la nueva ley de ordenamiento territorial y las directrices que se aprobaron en 2010 o 2011, en la Junta Departamental. Entonces cuando son emrendimientos nuevos generalmente la Dirección de Ordenamiento Territorial pide opinión a la dirección nuestra, de Desarrollo Rural, si hay algún inconveniente de que esa producción rural se establezca en ese lugar; o cuando no es una producción rural, como algún tipo de agroindustria o algún club deportivo por ejemplo.
—¿Qué les respondieron ustedes cuando les preguntaron sobre esta actividad? 
—No, sobre esta de acá nunca... Nosotros nos enteramos de que estaba esto cuando nos llegó una denuncia a través de la Alcaldía, que era la carta de los vecinos con las firmas.
—¿En qué fecha les llegó eso? 
—Por abril o mayo. La cuestión es que el Municipio cuando recibe ese tipo de denuncias debería generar un expediente (generó un oficio) que después va por vía electrónica y ya queda ahí y se van sumando las actuaciones. En este caso fue por correo electrónico y después, al tiempo, cuando había quedado en una bandeja, yo no estaba cuando llegó eso, entonces quedó ahí, no lo revisé enseguida y me quedó colgado. Cuando me llamaron de vuelta los vecinos a ver qué había pasado con eso entré a buscarlo y me encontré con que estaba ese documento pero no se había originado expediente.
—O sea que recién llegaste a verlo cuatro meses después, en agosto. ¿Por qué se demoró cuatro meses en verlo?, ¿por culpa de la Alcaldía que no hizo un expediente o de quien lo recibió? 
—No sé quién tiene la culpa, si hay alguna culpa, el documento no fue por la vía que tenía que ir, que es un expediente. Al haber ido por otras vías quedó como medio de costado, como que no era algo muy importante, al no haber hecho expediente el Municipio y al no haberlo recibido nosotros en forma de expediente no se le dio la importancia que tenía. Tal vez también por un error de la dirección nuestra, porque cuando vi la nota no le di la jerarquía que debería haberle dado. O sea que también hay una culpa mía de no haber respondido en forma inmediata, cuando tenemos un mes para hacerlo en todos los casos. Como además teníamos el seguimiento de un caso parecido pero en Cuatro Piedras, donde esta misma empresa tiene otra concentración de animales, cuando consultamos con DINAMA nos dijo que ellos ya habían intervenido, que tenían un expediente, que tenían el informe, que estaban esperando que llegara el director nacional de Medio Ambiente para que lo firmara. Pasaron un montón de días, volvimos a hacer contacto, y nos dijeron que ya estaba firmado y que nos iban a hacer llegar la copia del informe. Cuando me la hacen llegar y entro a mirar veo que no trataba de este emprendimiento de Cerrillos sino del de Cuatro Piedras. Entonces llamo a una persona que conozco, que trabaja en ese ministerio, y le dije que me había mandado otro documento, por lo que le pedí si me podía mandar el de Cerrillos, empezamos a hablar y llegamos a la conclusión de que la DINAMA nunca se había enterado de este emprendimiento de Cerrillos, sino que pensaron que era el mismo de Cuatro Piedras. Como también tenían denuncia del Municipio de Progreso por el caso de Cuatro Piedras dentro de la DINAMA se dio esa confusión, y eso hace que unos quince días atrás yo llamo a la directora de la DINAMA, Laura Bonomi, hablo con ella, confirmamos que el trabajo que ellos habían hecho era en Cuatro Piedras y no en Cerrillos, y entonces ella me dice que al día siguiente iban a venir inspectores para la zona, y les pasé también la solicitud de que vinieran a inspeccionar también a Cerrillos. Yo antes había estado recorriendo la zona, después mandamos al cuerpo inspectivo canario con un técnico nuestro, hablaron con una persona del campo que les dijo que el dueño no estaba y que no tenía autorización para dejar entrar a nadie, y en otro momento sí fueron recibidos. 
—Les dijo que estaba en el exterior.                    
—Sí.
—¿Quiénes se reunieron en esa instancia con la encargada del campo? 
—El Dr. Fernando Di Pólito y el técnico Mauricio Olivera, pero ninguno de ellos tiene ningún tipo de poder, ni siquiera pueden firmar el acta, porque quien realmente tiene capacidad de actuar es el cuerpo inspectivo. 
—¿La encargada del campo les mostró algún tipo de habilitación? 
—Sí, del Ministerio de Ganadería. 
—¿Solamente del Ministerio de Ganadería? 
—Solamente.
—Del año 2004. 
—No recuerdo qué fecha tenía, pero no era actual. y era sobre régimen cuarentenario.
—¿Eso me puede llevar a interpretar que ellos pueden llegar a estar trabajando con la autorización que tienen para Cuatro Piedras y que no tengan habilitación en Cerrillos? 
—No, tenían de Cerrillos, sí. La que vieron es la autorización del MGAP para este predio. Además el MGAP tiene que estar haciendo controles periódicos del estado sanitario del ganado. 
—La sanidad del ganado pero no la sanidad del humano. 
—No la sanidad de las personas ni del medio ambiente ni nada de eso, eso otro lo controla DINAMA. Yo todavía no vi el informe de DINAMA pero me dijeron que DINAMA les va a aplicar el decreto 162/014, que es algo que salió en junio de este año sobre los feedlots, y les va a pedir que tienen que tener impacto ambiental y todas esas cosas. 
—Ese plazo para regularizarse estaría venciendo el próximo 4 de diciembre. 
—Yo no tengo la fecha. 
—Pero eso también incluye hacer un control del olor. ¿Cómo se mitiga el olor que llega a la población cercana, a campo abierto? 
—Sé que hay algunas consideraciones especiales para los establecimientos que ya estaban cuando se puso en vigencia el decreto, pero de cualquier forma yo pienso que una cosa es si están con habilitación de DINAMA y otra cosa cuando están pero sin habilitación de DINAMA como en este caso.  
—¿Se supone que la DINAMA pueda llegar a no autorizarlo? 
—No sé. No sabría juzgar si los elementos que ellos pueden ver y recabar acá... De cualquier forma a mí me queda la duda de si lo que se está haciendo acá es realmente para lo que lo autorizó el Ministerio de Ganadería.
—Desde el comienzo te estás refiriendo a esta práctica como una actividad productiva, ¿se puede considerar una actividad productiva esto? 
—Y sí, es una actividad productiva, pero propiamente del medio rural. De hecho se está haciendo y se está promoviendo de alguna forma porque la Cuota 481 para entrar a la Unión Europea solicita carne de ganado, la paga muy bien y muy superior al resto, que haya sido preparada con granos los últimos cien días. 
—Pero estas vacas se exportan en pie para reproducción.
—Sí, esto no es un feedlot clásico. Por eso decía que para el Ministerio de Ganadería está catalogado como cuarentenario, y hay que ver si realmente lo que ellos hacen es eso. Yo creo que no es lo que se está haciendo, pero eso lo va a determinar el Ministerio de Ganadería, y en estos días sé que va a haber algún tipo de revisión de eso, porque hemos hablado con la directora departamental, y ella habló también con los técnicos, y van a analizar si lo que se hace es lo que está autorizado. Por lo menos eso es lo que hemos solicitado nosotros. 
—O sea que esa revisión surge a partir de un pedido de Desarrollo Rural. 
—Sí, Desarrollo Rural lo que les pidió a las autoridades del Ministerio de Ganadería de Canelones es que analicen ese hecho, si lo que se está haciendo en estos lugares es realmente para lo que se les autorizó. Nosotros tenemos dudas sobre eso.
—En ese caso quedaría fuera de la ley. 
—Por lo menos quedaría fuera de la autorización vigente que tienen del Ministerio de Ganadería, o sea que deberían tramitar otro tipo de permiso del MGAP para tener otro tipo de emprendimiento diferente. 
—Ahora que estás acá y viste la aglomeración de ganado, incluso algunos terneros agonizando, ¿cómo reaccionarías si fueras un vecino más del lugar? Te quiero sacar de la Intendencia y ponerte en el lugar nuestro. ¿Cómo reaccionarías? 
—Yo personalmente creo que cuando hay una actividad que perjudica a otros vecinos por lo menos los vecinos tienen derecho a patalear, y si entienden que las autoridades competentes no les dan la atención que se merecen, tomar medidas como las que ustedes tomaron de cortar la ruta o cosas por el estillo. Yo no digo que sea lo más correcto pero creo que también los vecinos tienen derecho a que las autoridades los escuchen y si no se sienten escuchados por las autoridades tienen derecho a buscar la forma de patalear.
—Por eso mismo incluso te avisé cuatro o cinco horas antes de comenzar con la quema de cubiertas y vos en ningún momento te opusiste, estabas en conocimiento de lo que íbamos a hacer. 
—No, no, por eso nosotros desde la Dirección de Desarrollo Rural, desde la Intendencia y desde la propia Ley de Descentralización y Participación Ciudadana se alienta a que los vecinos participen, y la participación genera empoderamiento, y el empoderamiento de las acciones y de lo que sucede en un barrio, en un pueblo, en una ciudad, son los vecinos en definitiva los que tienen que moverse y hacerse escuchar. 
—O sea que DINAMA tampoco autorizó el emprendimiento en Cuatro Piedras. ¿Por qué? 
—No, también les pidió una cantidad de cosas, y también les aplica el decreto 162/014 y les da un plazo para que las hagan. Yo creo que hay algunas cosas que se podrían mitigar mucho, como esas montañas de abono y tierra que tiene cada piquete, creo que eso no es para nada correcto y no debería estar ahí, eso creo que es un perjuicio importante incluso para los propios animales, son cosas mal hechas. En concreto sobre la normativa para este tipo de establecimientos desde la Intendencia ahora hemos tomado muchas de las cosas que tiene DINAMA. Por ejemplo ahora salió un decreto, pero hasta junio eran sólo sugerencias que hacían de que había que tener determinadas normativas, pero no estaban decretadas, y ahora según el decreto 162 está la normativa de qué cosas sí y qué cosas no. 
—Una de esas normativas sugiere que no puede estar a menos de 500 metros de una ruta nacional y acá está pegado a la 36. 
—Todas esas sugerencias ahora son decretos y ya están firmadas por el ministro.
—¿La de 500 metros también? 
—Sí, la de 500 metros, la de cinco kilómetros de centros poblados, todas esas ya están en el decreto.—Aunque no son retroactivas. 
—Tienen una consideración especial para los establecimientos que ya estaban instalados cuando se firma esta normativa. De cualquier forma también habla de un plazo para darles a estos establecimientos para que se ajusten a la normativa.
—Pero no existe forma conocida de trasladar un campo de un lugar a otro. 
—No, sin duda que con lo de las distancias no podés agarrar el establecimiento y correrlo dos kilómetros más allá o más acá. 
—¿La firma presentada en Cuatro Piedras es la misma que en Los Cerrillos? 
—Sí, es la misma firma.
—Yo tomé conocimiento de que hay dos pozos atrás de un cañaveral con más de un centenar de vacas muertas, aunque ahora directamente las queman cuando mueren. ¿Eso no se choca con la Ley de Bienestar Animal? 
—No sé. 
—¿Por ese lado ustedes no han tocado el tema? 
—No, con Bienestar Animal no. 
—¿Se prevé que puedan tocarlo? 
—Sí, pero ahí también es DINAMA y el MGAP. El MGAP cuando analice si esta actividad está dentro de los permisos dados también tendrá que ver qué hacen cuando un animal está enfermo y quién controla eso. Yo me imagino que cuando hay un animal enfermo tiene que haber un veterinario que determine de qué enfermedad se trata y también dar cuenta al ministerio que se murieron animales por tal o cual cosa. 
—Resumiendo, ¿en qué está hoy este caso y qué se puede esperar de aquí en más? 
—Hay tres ámbitos de trabajo, uno el que está haciendo DINAMA con todo lo que tiene que ver con la ley; otro ámbito es el MGAP, donde la Dirección de Desarrollo Rural de la IMC les ha pedido que revean, estudien y analicen si los permisos que tiene otorgados se ajustan a la actividad que realiza realmente; y el otro ámbito es el de la Intendencia, donde tienen que ver varias direcciones, y hay que ver cuál es el acta que levantaron los técnicos, qué informes dan, y ahí vamos a ir tomando medidas. 
—¿Si te pidieran una opinión hoy, como director de Desarrollo Rural, qué dirías? 
—Que es un establecimiento que no reúne las condiciones por estar a la distancia que está de un centro urbano. Desde el punto de vista de actividad rural que también hay algunas cuestiones que se ven a simple vista, como los montones de abono y tierra en el medio de cada piquete, que no es correcto desde el punto de vista sanitario animal porque dejan un foco infeccioso ahí, que va de un grupo de animales al siguiente y va pasando, y donde surja un animal enfermo de alguna peste corre el riesgo de transmitírsela a los demás. Eso también es parte del olor, porque esa tierra con bosta queda fermentando y largando gases mientras se está pudriendo, más allá de que no es sólo bosta sino también restos de raciones, restos de comida. 
—Y también podría llegar hasta algún curso de agua. 
—Creo que eso es parte de lo que les va a solicitar DINAMA, que cuando llueve el agua que escurre de todo ese establecimiento debería ir a una serie de piletas de decantación donde esos líquidos que salen del predio se mitiguen ahí y se purifiquen antes de seguir a un curso de agua, porque hoy por hoy van directamente a una cañada o a lo que sea, con todo el orín, los restos de bosta y agua fermentada. Eso va todo a la cañada. 
—¿En los organismos que tienen que tomar decisión sobre esto hay directivos de todos los partidos políticos, incluso del Partido Nacional? 
—La verdad que no sé, es posible. Muchas veces se asumen direcciones por concurso, entonces no sé de qué partido político son. Pero no creo que todo esto tenga mucho que ver con lo político partidario. Ha superado a todos los ámbitos donde se toma algún tipo de medidas con relación a esto porque es algo medio inesperado y medio nuevo.
—¿Algo más que quieras agregar? 
—Nuestro compromiso es seguir trabajando por este tema para que se llegue a alguna solución. Esto es algo que está perjudicando el bienestar de la gente. Ellos en algunas cosas al menos estarían dentro de la ley, por lo que tenemos que ver que esta actividad dentro de una propiedad privada, en la medida que perjudica a los vecinos, hay que estudiar cuáles son los límites que tiene legalmente, pero hay algunos límites legales para esas cosas y hay que buscar que se llegue a esos límites. Las cosas no son tan de un momento para otro, llegó una denuncia y al otro día... Hay algunas cosas que sí funcionan así, pero otras para las que hay que tomar medidas con un poco más de plazo. Pero sin duda que los vecinos que se sienten perjudicados por una activdad, de cualquier tipo, siempre esperan la reacción inmediata de las autoridades, y a veces no se les da la prioridad que los vecinos se merecen. 
—Si fueras vecino también esperarías lo mismo. 
—Sí, sí, sin duda.

Piquete y quema de neumáticos por una vida digna
COMBATIENDO EL CAPITAL


El jueves 18 de setiembre a las 17:30 horas vecinos de Los Cerrillos se enfrentaron pacíficamente frente a las puertas de ingreso de ganado contra la soberbia capitalista. No fue un atentado sino un símbolo de la lucha contra el poder que no entrega pacíficamente sus privilegios. Los violentos no fueron quienes quemaron gomas. Los violentos son quienes con su intransigencia provocaron esa quema de gomas como una de las primeras medidas de autodefensa de los ciudadanos de a pie, soportando incluso las provocaciones desde atrás de la portera cuando los camiones no se atrevieron a cruzar la línea de fuego.

Partiendo de la plaza céntrica en absoluto silencio y con parcartas los primeros vecinos autoconvocados recorrieron Máximo Tajes y la ruta 36 hasta el kilómetro 28.800. Allí se les sumaron otros. No hubo tiempo de avisar a toda la población porque de pronto empezaron a ingresar varios camiones con ganado y había que acudir a la acción directa. La demostración se extendió durante bastante más de una hora, en forma totalmente pacífica, tras lo cual procedieron a limpiar la ruta y se retiraron del lugar. En tanto, tras la puerta de acceso la encargada del predio llamó a la policía local, que llegó y se fue sin ningún tipo de inconveniente. El objetivo fue el de enterar a las autoridades.


Paradoja judicial
DE VÍCTIMA A VICTIMARIO


El domingo 28 de setiembre el vecino Carlos Batista, que vive a cinco metros de las primeras vacas, estaba registrando fotográficamente ese foco infeccioso desde fuera del predio cuando un empleado que manejaba un tractor comenzó a increparlo para luego terminar amenazándolo. Batista se dirigió de inmediato a la seccional 3ª de policía para radicar una denuncia por amenazas. Paradójicamente tres días después le llegó esta notificación del juzgado de Paz de Los Cerrillos donde se le intima a respetar la propiedad privada. Ignoramos si acaso también le habrá llegado alguna notificación similar al amenazador advirtiéndole que debe respetar la integridad privada de las personas que simplemente se limitan a fotografiar un predio que se encuentra a la vista de todos. Sea como fuere, esta parece ser una demostración más, en este caso nada menos que de parte de un juez, donde se coloca a la víctima en el lugar del victimario. Cuando el pasado 14 de octubre una periodista nos entrevistó para Hoy Canelones insistió sobre si no temíamos que pudieran sucederse nuevas y más directas amenazas en el futuro, pero como el miedo jamás ha podido detener estas prácticas sólo podemos esperar que sea la justicia quien las impida con alguna medida ejemplarizante que en esta notificación no aparece como tal. O mejor dicho, si alguna amenaza se concretara sólo será la justicia la responsable de ese acto violento.

Con Jorge Rucks, director nacional de Medio Ambiente
LA HISTORIA OFICIAL


El arquitecto Jorge Rucks, hombre difícil para encontrarlo disponible si los hay, es la máxima autoridad en la DINAMA, y como tal nos proporciona elementos sobre muchas de las muchas irregularidades y saldos pendientes en que incurren los responsables del campo hotelero de Los Cerrillos, concluyendo en que si vencidos todos los plazos no logran sanear su situación el hotel preexportador deberá ser clausurado.

—¿Qué surgió de la inspección realizada por la DINAMA en el campo de Bentancor, en Los Cerrillos? ¿Con qué se encontraron, qué vieron, qué pudieron llegar a evaluar? 
—Nosotros lo que tuvimos inicialmente fue una denuncia sobre una situación de olores, contaminación de aguas y problemas ambientales más generales en un feedlot, o lo que se denunció como feedlot, en la zona de Cerrillos. Esa denuncia motivó una inspección de la DINAMA que se hizo el 12 de agosto. El 12 de agosto se fue a la zona y se revisó la situación. Hay un informe de la inspección que se hizo en donde se detectan los problemas principales ambientales que tenía ese establecimiento, que en realidad no es un feedlot sino que es un cuarentenario, es un espacio que se alquila por parte de una empresa para la cuarentena previa a la exportación de ganado, y por lo tanto hay una concentración de ganado, en forma similar a los feedlots digamos, y queda comprendido dentro de la misma normativa que cubre a los feedlots, y particularmente queda comprendido dentro de las medidas que se plantearon para el área de la cuenca del Santa Lucía. Eso determina una situación particular porque los cuarentenarios fueron incluidos dentro de la normativa y tienen que cumplir con ciertos requerimientos formales de presentación de lo que son los planes de tratamiento de los residuos y de los efluentes. Por otro lado había situaciones que motivaron una comunicación, una vista, a la empresa, básicamente detectando tres orígenes de los olores, uno era el tema del ensilado (proceso de conservación del forraje) porque había un lugar donde se ponía ensilado todo el alimento del ganado; luego había un problema con los residuos que quedaban de los alimentos del ganado a los costados de los comederos, que no se limpiaban; y en tercer lugar había un problema del manejo del estiércol del ganado. Eso llevó entonces a que la DINAMA le hiciera una comunicación, una vista, de la situación irregular que tenía y de las responsabilidades que la normativa le ponía a la empresa, vista que se le dio el 12 de setiembre. La empresa no respondió en ese momento y en el plazo que se le dio a esa vista que se le había dado de los problemas y de las soluciones que tenía que plantear y recién las presentó después que se le hizo la segunda intimación a presentar información, el 7 de octubre. O sea, el 7 de octubre la empresa informa que había tomado medidas sobre el tema de los olores, informa que ha limpiado los comederos, que ha trasladado el lugar donde se hacía el ensilado y que el estiércol se está acumulando en lugares concentrados para después entregarse como fertilizante orgánico cuando lo van colocando con distintos productores que les interesa. Esa es la respuesta que da. Ahora, los problemas sustantivos ellos tienen que atenderlos en base a la normativa que está vigente para esa zona, y en ese sentido ellos tienen plazos que tienen que cumplir para presentar lo que se les exigió, que fue el cumplimiento de lo que indica el decreto que el ministerio emitió sobre la cuenca del Santa Lucía, que es el decreto 162 del 4 de junio de 2014, por el cual ellos tienen que presentar una solicitud de autorización ambiental especial ante la DINAMA para el funcionamiento, donde tienen que cumplir una serie de requerimientos en cuanto al tratamiento de efluentes y los residuos. Y después tienen que cumplir, a la vez, y presentar ante la DINAMA, una solicitud de autorización de desagüe. Esas dos cosas tienen plazo para presentarlas -todavía no las han presentado- para lo que es autorización ambiental especial tienen un plazo de seis meses, y para lo que es la solicitud de autorización de desagüe también el plazo es de seis meses. El plazo es a partir de la fecha en que se emitió el decreto, de manera que ellos ya tienen que estar presentando en el plazo de seis meses los dos planes para poder poner en regla la operación de ese cuarentenario. Esa es la situación actual.
—Hay otro punto señalado en el artículo 9 del decreto 162/014 que refiere a que ese tipo de establecimientos no puede estar a menos de cinco kilómetros de una población, y acá está pegado. 
—Eso es para los establecimientos que se van a establecer. Para los establecidos hay una situación particular, que tienen que reglamentarse y analizarse las condiciones de operación especial que se les pueden poner por las condiciones previas, pero los que ya están establecidos tienen una consideración particular. Evidentemente que después de los estudios y análisis se puede llegar a situaciones de considerar que están en una situación que tienen que ser trasladados, pero no te puedo adelantar… porque ese análisis justamente depende de los planes que ellos presenten y de cómo se va manejando el tema de los efluentes y las emisiones.
—¿Qué pasaría si ellos no presentan todo lo solicitado por DINAMA antes del 4 de diciembre? 
—Ahí empieza el proceso de sanciones, y se le dan plazos nuevos para el cumplimiento pero sobre la base de que ya hay una sanción. Y en la medida que sea repetitivo, y de mantenerse la situación, se puede llegar hasta la situación de clausura. Pero básicamente se lo va intimando al cumplimiento a partir primero de sanciones y después de intimaciones a cumplir. Se le comunica desde el momento en que los incumplimientos ya son reiterados la situación de clausura que eventualmente puede llegar.
—¿Pero eso cuánto tiempo demandaría? 
—Eso depende de los plazos en que ellos estén presentando la información. Si ellos están presentando ahora, en tiempo, esa información, se analiza, se verifica la viabilidad, si se da la autorización o no se da la autorización, y ahí se identifica si se cumplen las condiciones necesarias para que sea de acuerdo a la normativa aceptable el rendimiento y las condiciones de operación, y si no es aceptable se harán las recomendaciones que corresponda.
—¿Los permisos que ellos tienen hasta el momento del MGAP son para la actividad que están desarrollando? 
—Ese es un tema del MGAP. Yo eso no te lo puedo responder porque no tenemos esa información.
—¿En cuanto a la afectación de la salud humana de todos los que rodeamos ese campo hay alguna expedición de parte de DINAMA? 
—En los análisis ambientales que se hacen, cuando se trabaja sobre el tema de contaminación, es decir, de los niveles de efluentes y los niveles de olores, uno de los elementos que se está incorporando es el tema de la incidencia sobre la salud humana de los vecinos que rodean. Por eso la normativa tiene en cuenta esos aspectos. El tema es que sobre el tema de feedlots y cuarentenarios las acciones de control desde el punto de vista ambiental son bastante recientes, estaban básicamente vinculadas a las autorizaciones del MGAP. Nosotros hemos entrado en esto en los últimos años y realmente estamos encontrando situaciones que requieren una mayor atención por los problemas, como vos decís, donde se identifican problemas sobre poblaciones vecinas, y sobre eso tenemos que atender una situación que compete a otros ministerios, en este caso el MGAP y el MSP, pero que desde el punto de vista nuestro tenemos que avanzar en soluciones que vamos en el caso a caso, porque son situaciones que ya están dadas.
—¿Qué 50 por ciento pesa más, el 50 por ciento de que la actividad pueda seguir o el 50 por ciento de que pueda ser clausurada? 
—Eso es parte del análisis que tenemos que hacer. Cuando ellos presenten estos requerimientos nosotros vamos a analizar la capacidad de carga que tiene ese lugar y los temas ambientales que se generan ahí. Sobre esa base pueden haber muchas alternativas. Necesitamos conocer más en profundidad cuál es la voluntad de la propia empresa de resolver los problemas, y si nosotros llegamos a la conclusión de que los problemas no se pueden resolver no será el primer caso en donde nosotros recomendamos un traslado de una actividad. Pero para eso tenemos que tener elementos que nos demuestren claramente que no hay soluciones viables.

A cartas vistas
EL ACTA DE LA DINAMA


A aquellas personas que puedan padecer de conspiranoia les aclaramos que este acta original de la inspección de la DINAMA no nos fue proporcionado por la DINAMA. Es más, se lo solicitamos reiteradamente y nos fue negado. Pero como sólo no encuentra aquel que no busca, aquí lo compartimos con todos.

Este expediente lleva el número 2014/1400/13344 con fecha 2 de octubre de 2014, y refiere a la inspección que realizó la Dirección Nacional de Medio Ambiente una vez que recibió la denuncia firmada por los vecinos de Los Cerrillos a través de la Dirección de Desarrollo Rural de la Intendencia de Canelones, por lo cual aparentemente si los vecinos no se movilizaban y actuaban este tema jamás habría llegado a conocimiento de la DI- NAMA. En este documento se establece que “El día 19 de setiembre de 2014 (al día siguiente de realizado el piquete) técnicos de DINAMA concurrieron al lugar para hacer una inspección a la empresa sita en ruta 36, km. 39, localidad de Cerrillos, Canelones. El predio tiene una superficie de 20 hectáreas, de las cuales el 90 por ciento está ocupado por 40 corrales, el resto es caminería interna, drenajes y depósitos de agua de escurrimiento”. Establece luego que “Se constató que a la fecha de la inspección se encuentran en las instalaciones aproximadamente 2000 bovinos, según se informa por parte de la empresa”, y acota que “En Cerrillos este cuarentenario funciona desde el año 2009 (lo cual desmiente lo expresado por Bentancor Ledesma), que en este momento la empresa Klarimar S.A. arrienda sus instalaciones a Gladenur S. A., empresa exportadora de ganado en pie, que se trata de una sola categoría, vacas preñadas, que ingresaron el 15 de setiembre a los corrales, y que se espera la entrada de 1000 animales más en los días siguientes a la fecha de la inspección”. Observa DINAMA que “A la entrada se percibe un fuerte olor proveniente de una pila de sorgo micropicado que estaba siendo cargado en el mixer para alimentar a los animales. Se informa por parte de la empresa que se reciben dos camiones por día de sorgo micropicado que constituye el consumo diario de los animales”. Se explicita luego que “También se constató la presencia en varias zonas del predio de pilas de estiércol: en los corrales, tanto los que están con animales como otros que están vacíos, y en caminos internos. Al recorrer los corrales se percibe el olor característico al estiércol y el emanado por los animales. Adicionalmente, otra fuente de olor son los sobrantes de alimentos acumulados al costado de los comederos”. Con respecto a los desagües pluviales del predio se constató otra irregularidad: “la presencia en el extremo norte de dos desagües que pasan por debajo de un camino vecinal y llegan a los terrenos ubicados más al norte, donde escurren en forma laminar e infiltran al terreno. Esos terrenos no pertenecen a Klarimar S. A.”. Respecto de los padrones donde se desarrolla esta actividad, los número 315 y 45359, “se constató que no surgen antecedentes de trámites ante esta Dirección Nacional. Y respecto a la firma Klarimar S. A. surgen antecedentes en el expediente 2014/14000/09933 que también corresponde a una denuncia en otro predio de la empresa”. Luego de todo lo expuesto DINAMA concluye que “1- Se constataron tres fuentes de generación de olores provenientes de la acumulación de estiércol en los corrales, del micropicado de sorgo acumulado para su uso en la zona de acopio y fabricación de alimento, y sobrante de alimento acumulado a un costado de los comederos. 2- Se constató que los desagües de pluviales del extremo norte del predio pasan por debajo de un camino vecinal y llegan a los terrenos ubicados más al norte que no pertenecen a la firma Klarimar S. A. 3- Dado que el establecimiento está en la cuenca hidrográfica del río Santa Lucía (subcuenca 66), en los padrones 315 y 45359 del departamento de Canelones y tiene al momento más de 500 bovinos en pie en cuarentena (según se informara por parte de la empresa) y está a menos de 500 metros del área suburbana de Los Cerrillos, aplica el decreto 162 /2014 de 4 de junio de 2014 en los siguientes artículos: a. Artículo 6º, inciso b, por lo que estos emprendimientos ya instalados deberán obtener una Autorización Ambiental Especial de esta Dirección Nacional, de conformidad con el Art. 17 de la Ley Nº 16.466 de 19 de enero de 1994 y en un plazo de seis meses contados a partir de la fecha de publicación (12.6.2014). b. Artículo 5º, por lo que estos emprendimientos ya instalados deberán presentar la Solicitud de Autorización de Desagüe correspondiente ante esta Dirección Nacional en un plazo de seis meses contados a partir de la fecha de publicación (12.6.2014). Por lo expuesto, referido a la firma Klarimar S. A., para su emprendimiento ubicado en ruta 36, km. 39, padrones 315 y 45359 del departamento de Canelones, se sugiere: A. Intimar a la firma que presente ante esta Dirección Nacional un programa de mitigación de los olores emanados del emprendimiento en un plazo máximo de 30 días corridos, contados a partir de la correspondiente notificación, que contemple las tres fuentes de olores constatadas: de la acumulación de estiércol en los corrales, del micropicado de sorgo acumulado para su uso en la zona de acopio y fabricación de alimento, y sobrante de alimento acumulado a un costado de los comederos. B. Intimar a la firma que deberá dar cumplimiento con lo establecido en el decreto 162/2014 del 4 de junio de 2014 y presentar ante la Dirección Nacional de Medio Ambiente antes del 12 de diciembre de 2014, según plazo determinado en el mencionado decreto, lo siguiente: a. una Solicitud de Autorización Ambiental Especial, de conformidad con el Art. 17 de la Ley Nº 16.466 de 19 de enero de 1994. b. una Solicitud de Autorización de Desagüe del sistema de tratamiento del emprendimiento”.

Con Milton Franco, especialista en temas medioambientales
EFECTOS COLATERALES


Es autodidacta e integró grupos de estudio medioambientales en el Frente Amplio y Asamblea Popular.

—Ya recorriste las afueras del predio, ¿cuál es tu valoración? 
—El sólo hecho del hacinamiento de esos animales -lo mismo trasladado a la vida humana- tiene el primer impacto negativo de una gran carga de estrés, que baja las defensas en el ser humano y en la biodiversidad, y esa carga de estrés lleva a una carga más importante de elementos fitosanitarios que se van a encontrar en el momento de orinar o defecar el animal. Entonces antes de otorgarle los permisos habría que establecer que hay determinadas normativas que cumplir a los efectos de que esa carga de nutrientes no vaya a parar a ningún cuerpo de agua, y a su vez frenar los olores circundantes y la generación de insectos. Esto es un impacto altamente negativo y contaminante para las fosas nasales de los seres humanos y hay muchos elementos en el aire que pueden generar cualquier tipo de enfermedad, producto de la putrefacción que se genera por la mortandad de animales. Se establece por lo general que el 3 o el 4 por ciento de los animales que se encuentran en un feedlot mueren en ese mismo feedlot. Cuando no se toman las precauciones necesarias de eliminarlos rápidamente y se entra en que el proceso de biodegradación se generan elementos contaminantes para el ambiente pero también altamente nocivos para el resto de los animales que están viviendo ahí. En un proceso de biodegradación se dan tres elementos: un elemento gaseoso, que lo podemos percibir con los olores, un elemento sólido que por lo general es la materia orgánica, y un elemento líquido que se llama lixiviado, que es donde se concentran todas las bacterias producto de esa degradación y que puedan existir en el organismo de esa vida animal. Por lo tanto, al no recogerse esos lixiviados se transforman en elementos altamente contaminantes para el medio. Las lluvias arrastran todos los desechos animales, que por lo general tienen mucha carga de nutrientes y van a parar a los cuerpos de agua.
—¿Puede haber algún argumento legal que permita que se autorice esta práctica lindera a un centro poblado?                
—Yo creo que instrumento legal no hay ninguno, pero también sabemos cómo funciona y cuánto pesa el capital, porque es el instrumento o la forma para decir a través de la prensa que esto genera fuentes de trabajo. Entonces existen normativas, pero como se aplica la ley del más fuerte, y el más fuerte es el que está mejor económicamente, el que está peor que se las aguante.
—¿Qué efectos negativos puede tener para la población cercana? 
—Pueden ser múltiples, porque estos ambientes son caldo de cultivo para que se genere todo tipo de bacterias y gérmenes en el proceso de biodegradación. En ese proceso las heces de los animales, en alta concentración, generan mucho calor, y el calor es un caldo de cultivo para el desarrollo y la proliferación de gérmenes. Lo que pasa es que esto no se ve en lo inmediato, son cosas que suceden a largo plazo, entonces nadie puede predecir, pasará o no pasará, la gente tendrá la capacidad de generar anticuerpos para defenderse de esa agresividad del ambiente o no, lo que está intrínsecamente relacionado con la alimentación humana, donde si está bien alimentado va a generar más anticuerpos. Entonces es todo relativo.
—La DINAMA dice que le va a dar plazo a este campo hasta diciembre para que cumpla con todas las exigencias requeridas, y ello incluiría el control de olores. ¿Cómo se puede lograr tapar el olor de cinco mil vacas? 
—No se puede. Lo primero de todo es que tiene que estar a una distancia prudencial de los centros urbanos. No puede estar a la distancia que está, que son 800 metros, prácticamente dentro del casco urbano. Entonces lo primero es que ya a rajatabla la DINAMA tendría que decir que lo tiene que cerrar porque no cumple con las disposiciones mínimas de estar a cinco kilómetros, entonces si no cumple con eso, que es lo primario que tiene que cumplir, directamente tendría que decirle: no, bajo ningún concepto, porque se pueden aminorar los olores en las distancias a recorrer. Si vos cumplís con un proceso de biodegradación anaeróbica, como son las cisternas, los olores que van a transmitirse son mucho menores porque solamente son los olores del momento diario, porque diariamente hay que hacer recolección de las heces y de los orines y tiene que haber canaletas de escurrida a los efectos de hacerlo. Ahí hay una disposición que salvaguarda los intereses de la industria, del desarrollo sustentable de esa empresa y del conjunto de los ciudadanos.            
—Si se cumple el plazo y la DINAMA autoriza esta hotelería ganadera, ¿dónde puede recurrir el ciudadano común para apelar?
—Yo pienso en el Poder Judicial, porque en última instancia quien tiene la obligación de hacer cumplir las leyes es el Poder Judicial. Y si hay una norma que establece que a cinco kilómetros de cualquier centro poblado no puede existir este tipo de emprendimientos alguien tiene que hacerla cumplir, que está por encima de la DINAMA, de la DINARA o de cualquier otro organismo.
—¿Estás diciendo recurrir a una denuncia penal? 
—Sí, sí, sí. Denunciar penalmente contra el estado.