Con Analía Dini, integrante de la FENAPES
ADOLESCENCIA, BURBUJAS Y FÓSFOROS
Analía integra la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria como profesora de literatura e idioma español en el liceo de Los Cerrillos. Convive con los adolescentes y no vota el sí a la baja.
—¿Por qué no a la baja?
—Porque se le está mintiendo a la gente cuando se le dice que con una ley se puede cambiar tanto la realidad como para resolver el problema de la inseguridad. Hay todo una campaña mediática para que parezca que vivimos en un país mucho más inseguro de lo que en realidad vivimos, y se está cargando todo el peso sobre los adolescentes, como si la solución pudiera pasar por hacer que los adolescentes fueran tratados como si tuvieran 18 años.
—¿Será que hay que buscar un chivo expiatorio?
—Yo creo que sí. Y me parece que también está siendo un tema de campaña político partidaria claramente, donde cualquiera que vote bajar la edad de imputabilidad está haciéndose cómplice, queriendo o sin querer, de esa situación.
—Igualmente el tema no está muy presente en los discursos partidarios.
—No, me parece que pensaron que iba a dar un rédito mayor y ahora están reculando. Está muy tibia la respuesta político partidaria frente al tema porque nadie se quiere mojar demasiado y ser demasiado tajante en su opinión. No están mencionando el tema, nadie quiere debatir, nadie quiere perder un voto por el tema del no a la baja. Los profesores que tratamos con los chiquilines todos los días sabemos que no se puede tratar a lo que es diferente como que fuera todo igual. Los estudios indican que las personas están estirando cada vez más la adolescencia. La Sociedad de Psiquiatría del Uruguay hizo un informe en el que dan sus razones acerca de por qué no es una buena ley, y no la apoyan.
—¿Para la FENAPES por dónde pasa la inseguridad?
—Los chiquilines con los que trabajamos son un resultado de las condiciones sociales en las que se mueve el país, los chiquilines y sus familias. La inseguridad no pasa por un lado solo. Tenés familias que hace generaciones que no tienen un empleo digno ni el valor incorporado de que el trabajo dignifica o de que el esfuerzo pueda ser algo que vale la pena. Esa situación no la vas a revertir con una ley, porque las leyes son muy importantes pero no cambian tanto la realidad. Y en este caso lo que hay es un interés político partidario detrás de la propuesta.
—¿En el aula llegan a percibir adolescentes que estén en el filo del delito?
—Sí, evidentemente. En Los Cerrillos vivimos mucho en una burbuja respecto de un montón de cosas. A veces me asombra que la gente de acá hable de la inseguridad como algo que la aqueja y la acosa, cuando los problemas graves de inseguridad en Cerrillos no los vivimos, y sin embargo a veces asombra que la gente parece que en vez de mirar el mundo por la ventana de su casa lo mira por la pantalla de la televisión, y a la televisión le encanta mostrar quince veces el mismo crimen, y si lo cometieron menores de edad mejor. Pero sí, los profesores dando clase estamos en un lugar en el que vemos muchas veces situaciones contra las que tratamos de pelear, y a veces podemos y a veces no. Igual ese discurso del rescate de los chiquilines a través de la educación a mí no me convence, me parece una cosa como muy religiosa. Yo creo que si alguien rescata a alguien es cada persona a sí misma. Son situaciones tan complejas que muchas veces la educación no es capaz de revertirlas, porque la educación abre un mundo de posibilidades pero también están las realidades concretas, las condiciones materiales de vida de los chiquilines, que no todos van al liceo bien puchereados, entonces no sólo que no van a aprender como deberían sino que muchas veces van a estar viendo cosas que todo el tiempo se les meten por los ojos, donde el estatus pasa por tener equis championes, y para ellos eso está a kilómetros de distancia, a menos que estiren la mano y lo agarren. Son situaciones muy embromadas, donde se puede intervenir pero de manera muy limitada. En este momento los profesores estamos en la guerra con un fósforo en ese aspecto.
Profe pongame un 10
ResponderEliminar