Con docentes de escuelas rurales cercanas a Los Cerrillos
AISLADOS Y ANÓNIMOS
Aclaración de rigor: En treinta y tres años de periodismo he realizado muchas investigaciones y para ello también he debido mantener en el anonimato a muchas de las fuentes consultadas. Desde 1981 he hablado con presos, con narcotraficantes, con policías infidentes, con prostitutas allegadas a jerarcas públicos, y en muchos casos mantuve su anonimato en función de los datos que ofrecían para la investigación. Desde hace treinta y tres años he debido afrontar encerronas de millonarios involucrados en delitos que mandaban a sus lacayos para ello, persecusiones oficiales y extraoficiales, y hasta el día de hoy he recibido veinticuatro amenazas de muerte, pero siempre que valía más el testimonio que el nombre de los informantes oculté esos nombres, es un derecho de este oficio aunque algunos jueces últimamente no lo reconozcan como tal. Pero lo que nunca en treinta y tres años de profesión me había ocurrido es tener que ocultar los nombres de los maestros entrevistados porque la Inspección de Escuelas les prohíbe hablar; aunque lo mismo ocurrió cuando intenté dialogar con la encargada de la policlínica de Los Cerrillos: desde los altos mandos me dijeron que esa señora no podía ser entrevistada si previamente no lo solicitaba por escrito ante las autoridades de Salud Pública. Quede dicho de una vez y para siempre: solamente hace dos años y medio solicité autorización por escrito a una jueza y a un director de cárceles porque de lo contrario no se me permitía ingresar al penal de Libertad para entrevistar a un acusado de homicidio múltiple, estaba privado de su libertad y era un caso excepcional que bien valía el esfuerzo, pero bajo ningún concepto pienso seguirles el juego a quienes ostentando un relativo poder de mando les cercenan a los docentes el derecho a la palabra, por lo tanto jamás habré de pedirle permiso a nadie para que otro pueda ejercer su libertad de expresión. El pasado 28 de febrero la Inspección Departamental de Educación Inicial y Primaria de Canelones emitió una circular dirigida a directores, maestros y personal no docente en la cual se les “recuerda” que están inhibidos “de formular declaraciones sobre temas vinculados con el organismo del cual dependen” y se les advierte que “teniendo en cuenta las nuevas tecnologías (facebook, twiter, etc.), deberá tenerse especial cuidado al hacer uso de las mismas, cuando se realizan manifestaciones u opiniones referentes a las escuelas que gestionan, o cumplen funciones, teniendo presente que todo reclamo deberá hacerse por la vía jerárquica correspondiente”. Es por este único motivo que la siguiente entrevista colectiva con docentes de Los Cerrillos la publicamos omitiendo los nombres de cada uno de los entrevistados, porque las represalias a terceros nos patean el hígado y otros órganos y porque tampoco es nuestro objetivo que por ejercer su derecho a la libre expresión resulten penalizados por un organismo de gobierno que no permite esa libre expresión. Y si algún jerarca se siente molesto por ello por favor no se la tomen contra los educadores o auxiliares, que en esta revista están mi nombre, mis teléfonos, mi correo y todos mis datos para poder ubicarme. Yo los dejaré hablar.
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