jueves, 14 de agosto de 2014

Con Joel Reyes, vecino denunciante
HUMANOS SIN PROTECCIÓN


Animales sin Hogar es una organización no gubernamental creada el 16 de noviembre de 2003, con Personería Jurídica 9985, que tiene su sede en la avenida 18 de Julio 1066-Local 51 de la ciudad de Montevideo y cuenta con dos campos para albergar y atender animales, uno de ellos en la intersección de los caminos Andrés Calandria y Perucco de Los Cerrillos. Posee la página web www.animalessinhogar.com.uy y la de facebook www.facebook.com/AnimalesSinHogar, pero en ninguno de los dos sitios se hace referencia a la ubicación de ninguno de esos campos. Por tratarse de una organización de servicio parecería básico y fundamental que al menos ofrecieran un número de teléfono para comunicarse con algún responsable de esa protectora de animales, pero extrañamente ello no ocurre, y cuando consultamos en ANTEL se nos expresó que esta asociación civil solicitó ser excluida de la guía telefónica. O sea que para comunicarse con ellos uno debe irremediablemente dirigirse a su sede central o quizás intentar ser atendido por alguien en alguno de sus dos campos, donde al menos en Los Cerrillos se desempeñan empleados que aparentemente no son de esta ciudad, además del veterinario Juan Porto, de Canelones. Para lograr una entrevista con esta organización a las 19:54 hs. del 5 de agosto escribimos en su página de facebook “Buenas noches, mi nombre es Fredy González y publico en Los Cerrillos una revista local por lo cual me interesaría hablar con ustedes sobre el trabajo que desempeñan. Disculpen, pero como no encuentro su teléfono les escribo por aquí. Los míos son 43362731 y 099488325. Gracias por responder”, pero lamentablemente hasta el cierre de esta edición no recibimos ninguna respuesta. Con anterioridad, el 17 de julio, la vecina Claudia Subelzu escribió en el blog de esta revista: “La ONG ubicada en Camino Perucco tira sus desechos en el piso, en la esquina de Calandria. Esas bolsas además de basura habitual tienen también restos de comida, jeringas y medicinas. No solamente se creó un basural, sino que se llena de ratas y perros que abren todas las bolsas, y el peligro más grande es que por allí pasan niños y personas. Hablamos con ellos y nos dicen que la esquina no es nuestra. Hablamos con la alcaldesa y con Leonardo Riet pero no ha alcanzado. Tenemos documentación de todo. Es urgente. ¿Cuál es el paso a seguir?”. Respondimos a Subelzu pero no volvió a comunicarse. Coincidentemente se dirigió a esta publicación el vecino Joel Reyes, quien además nos aportó numerosas fotos, algunos de las cuales aquí reproducimos, denunciando que esta protectora de animales ha creado un enorme basural en la intersección de los caminos ya citados, donde también son arrojados animales muertos, envases de medicamentos y jeringas que pueden poner en riesgo la integridad física de quienes se acerquen a ese lugar, además de que los vecinos permanentemente sufren las consecuencias de ese foco infeccioso. Por Montevideo Portal nos enteramos de que “ASH surgió por iniciativa del matrimonio que conforman Laura Medina y Juan Echeverría, actualmente los directores”. Lo dicho, quisimos hablar con ellos pero no nos respondieron. Este problema del actual basural se arrastra de otro anterior, entonces ubicado en la esquina de la Sociedad Criolla de Los Cerrillos, sobre el que intervino el Municipio local. Nos habría interesado mucho contar con la palabra de ASH, pero como no fue posible reproducimos sólo esta charla con Joel Reyes.


—¿Cuándo comenzaron con este problema del basural? 
—Hace más o menos un año que están tirando basura.
—¿A qué distancia vivís de ese lugar? 
—En línea recta a 150 o 200 metros.
—¿Cuáles son los mayores problemas que les ocasiona ese depósito de basura? 
—Esto está en la calle y la calle es de todos. Pero el mayor problema grave que tenemos como vecinos es que es una zona rural y tenemos un foco de contaminación ambiental y un foco de contaminación infecciosa, porque en ese basural, aparte de ser basura, que también está mal, tenemos mierda de perros, jeringas, material cortopunzante, que no se puede tirar como se está tirando, animales muertos, moscas, y los calores que empiezan a mandar olores según la rotación del viento; cuando el viento está del este en mi casa no se puede estar. Mi vieja tiene cáncer, tiene que caminar, tiene que andar afuera, y la mujer entre las moscas y el olor cuando hace calor y hay viento del este no puede estar, y es una persona con una enfermedad terminal. Con esto no estoy dramatizando, pero estoy diciendo la realidad que hay, que la mosca va, come la mierda, vuela hacia otro lugar, y cuando querés acordar la tenés en la cara. Y eso es infección por culpa del basural que está en la esquina.
—Así que en un radio de por lo menos 200 o 300 metros… 
—Tenemos problemas de olor, mugre, y después vuela la mugre con el viento, porque la contaminación no solamente está en ese punto quieta sino que se traslada, vuelan las bolsas, yo he tenido que dedicar tiempo libre a limpiar y a juntar mugre, porque yo entiendo que mi lugar lo tengo que tener cuidado y la calle lo mismo, que también es mi lugar y el de todos.
—¿Cuántos vecinos viven en las cercanías? 
—Yo tengo dos vecinos.
—Y todos coinciden en que les perjudica.
—Sí, que es un problema, es un basural, es una mugre. Yo te estoy hablando desde el punto de vista de la salud que se ve afectada por esa clase de basura. Estamos todos en la misma. Capaz que yo me puse un poco más la mochila en la espalda para terminar con este problema.
—¿Dónde y cuándo presentaste la denuncia? 
—Esta denuncia se fue gestionando. Primero se tomó la medida de darle cuenta a la Dirección de Gestión Ambiental de la Intendencia de Canelones y ahí se arrancó a armar la carpeta técnica para entregarla a la comisaría 3ª, donde estuvimos el jueves 31 de julio. Ahí estuvimos todos los vecinos y vino la Comuna con la gente de Gestión Ambiental para entregar la denuncia firmada por los vecinos.
—¿La Intendencia vino a la seccional 3ª por la denuncia? 
—Sí, éramos unos ocho vecinos. Gestión Ambiental coordinó con los vecinos que querían firmar y apoyar la denuncia para encontrarnos frente a la seccional y hacer entrega de la carpeta técnica con copia de la denuncia, con vecinos reclamantes, y ahí se entregó en la comisaría. Yo primero estuve con Gestión Ambiental en Canelones y después ellos mandaron el cuerpo inspectivo para hacer todo el relevamiento, y cuando tuvieron todas las pruebas fotográficas, que las saqué yo, porque me preocupé de hacer vigilancia para tomar esas fotos…
—¿Gestión Ambiental te pidió a vos que sacaras esas fotos? 
—No es que me pidieron; este trabajo que yo hice lo hacen ellos.
—¿Por qué no lo hicieron? 
—Ellos me explicaron que a veces no tienen tiempo o medios de transporte, porque tienen que cubrir todo Canelones. Entonces yo les adelanté el trabajo entregándoles fotos o material de prueba de quién tira la basura, aporté a Gestión Ambiental un trabajo que lo tendrían que hacer ellos, sí. Y se les hizo entrega de todo el material que teníamos.
—¿Con quién hablaste en Gestión Ambiental? 
—Con Leo Riet, uno de los directores.
—¿Y qué respuesta te dio?
—Que le iban a dar trámite, que esto no podía ser, que ya habían habido algunas denuncias de varios vecinos sobre el basural en la esquina, no sé en qué momento, que tenían conocimiento del problema. Y también tenían conocimiento porque la alcaldesa les había informado, pero me parece que eso fue cuando ellos tiraban la basura en la esquina de la Criolla, que muchos vecinos hicieron el reclamo y la alcaldesa mandó sacar el canasto, porque ellos venían de allá abajo a tirar la basura acá.
—O sea que la denuncia va por dos vías, la municipal y la policial. 
—La denuncia la hace la Comuna y esto después va al Juzgado de Paz, porque creo que la Ley de Faltas la manejan los jueces de Paz. No sé si corresponde ir al Juzgado Letrado con esto. Capaz que después el juez de Paz lo pasa al Juzgado Letrado, no lo sé.
—¿Quién determinó que este caso se debía incluir en la Ley de Faltas? 
—La Comuna lo pasa a la Ley de Faltas porque es basura.
—Contame bien cómo fueron todos los pasos hasta llegar a la denuncia. 
—Hace unos tres meses hablé con la alcaldesa y la alcaldesa me manifiesta que se siente superada por el problema y me indica que hable con Leo Riet en Gestión Ambiental. Yo ya había tomado las primeras fotos, tenía unas cuantas cosas documentadas, fui a Gestión Ambiental y me recibe Leo Riet, que me atendió con excelente disposición, llamó al cuerpo inspectivo para que fuera a hacer la inspección en el lugar y volver a constatar el problema.
—Vinieron a Los Cerrillos. ¿Cuándo? 
—A mediados de julio más o menos. Los del cuerpo inspectivo se entrevistan conmigo para saber qué tenía yo para aportarles, entonces yo les aporto las fotos, con ese aporte ellos arman la carpeta y me piden si algún otro vecino quería firmar para que tuviera más validez.
—Ninguno te dijo que no. 
—No, todo el mundo firmó y hasta quedó gente afuera, gente del pueblo que sabe el problema quiso firmar y todavía quiere firmar. Gestión Ambiental es el que organizó todo, las fotos, las denuncias, y todo eso lo llevó a la comisaría.
—O sea que fue Gestión Ambiental quien presentó la denuncia en la comisaría para que pase a la Ley de Faltas. 
—Exactamente.
—¿En algún momento te vieron de la protectora cuando estabas sacando las fotos? 
—Me vieron los empleados.
—¿Qué te dijeron? 
—Que ellos eran empleados. Estaban medio malos porque les estaba sacando fotos pero, bueno, los empleados no tienen la culpa, son trabajadores como cualquier otro. El empleado es empleado y cumple órdenes, sabe que no puede tirar basura, pero si lo mandan…
—¿Esos empleados son de Los Cerrillos? 
—No los conozco. Pueden ser de la zona o gente nueva que llegó al lugar, gente que ellos trajeron de otro lado, no lo sé, pero de acá yo nunca los vi.
—Pero en la protectora también habrá gente noche y día. 
—Sí, ellos tienen varias guardias, creo que trabajan noche y día, hay siempre gente. 
—¿En algún momento hablaste con la encargada o el encargado de la protectora?
 —Sí, con la encargada.
—¿Cuánto hace que hablaste? 
—Dos meses más o menos.
—¿Qué le planteaste? 
—Le dije cómo solucionábamos este problema. Y ahí se contradijo y me dijo que uno autorizó, que otro no autorizó…
—¿Que autorizó quién qué cosa? 
—Que la Intendencia le había autorizado tirar la basura, pero a mí en la Intendencia me dijeron que no. Y se contradice, porque yo por ejemplo tengo fotos de perros muertos y de otras cosas que ellos estaban tirando y esta encargada me dice que no tiraban, que ellos hacían un pozo, que pagaban una retroexcavadora para hacer un pozo atrás, tirar todo ahí y tapar, y que si había perros muertos en el basural de la esquina tenía que echar a todos los empleados, pero yo fui a fotografiar y me encontré con perros y jeringas en las mismas bolsas que ellos traen la basura, entonces ella se contradecía. Pero el planteamiento mío fue buscarle una solución a ese problema, y la respuesta de ella fue que la esquina no era mía y que ella no iba a pagar plata de ella para armar una estructura porque la iban a usar los vecinos. Y cuando me dijo si la esquina era mía le dije que no tenía nada más que hablar con ella y me fui.
—¿Tenés alguna idea de qué trabajo realizan en la protectora? 
—No me voy a meter en lo que hacen ellos. No puedo opinar nada.
—¿Pero no se comenta nada en el vecindario? 
—No.
—O sea que ellos no tienen relación con los vecinos. 
—No, ellos están en su mundo. La protectora está en su mundo.
—¿A cuánto está la protectora de ese lugar donde tiran la basura? 
—A alrededor de un kilómetro.
—Así que a ellos no les llegan las moscas. 
—Es imposible que les lleguen, “afecto a tres vecinos pero yo quedo limpio de la mugre”. Yo no tengo problema contra la protectora ni lo que hace ni lo que deja de hacer, sí tengo problema con la basura que me están tirando.
—Qué raro que la Intendencia no tenga potestad para poder actuar y lo pase a la comisaría para que lo pase al juzgado. 
—No, porque es un lugar privado. Hasta la multa pueden ir, después tendrán que pedir una orden de allanamiento.
—Es propiedad privada la protectora pero la esquina no. 
—Por eso los multaron.
—¿Del Juzgado de Paz qué se esperaría ahora? 
—Supongo que citaciones a las partes, a la Comuna denunciante, a algún vecino que firmó la denuncia y a la gente de la protectora. 
—¿Cada cuánto pasa el camión de la basura por ese lugar? 
—Yo hace tiempo que no lo veo, ahora ya no pasa, no existe el camión. Porque ese material no creo que lo levante nadie. Vos no podés levantar agujas y jeringas.
—Por peligro propio. 
—Lógico. Una aguja te puede pinchar y te puede meter cualquier infección. Vos no sabés con qué estuvieron trabajando ese material.
—¿Algo más que se te ocurra agregar?
—Solucionar este problema de raíz, de darle un orden de trabajo a esta gente. Yo no pido ni que la saquen ni que la cierren, eso no me interesa. No tengo problema con el trabajo de ellos ni con la protección animal, no estoy contra nadie, estoy en contra de que tiren la basura en la esquina de manera indiscriminada. Hace dieciocho años que nosotros estamos ahí y nunca pasó esto. Hace un año o dos que está la protectora y tenemos todos estos problemas. Eso no puede estar más ahí y voy a tratar de buscarle la vuelta hasta lo último. Yo estoy actuando de buena fe y con sentido común, nada más. Soy un vecino que cuida su lugar como cualquier otro vecino.
 

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