lunes, 16 de junio de 2014

Con Mario Sanabia, militante del Partido Nacional

AIRE FRESCO DE INVIERNO



Hace dos años la Junta Nacional de Drogas me contrató para escribir un libro sobre diversas miradas a esa problemática, que terminó editándose como “El cable tóxico”. En las entrevistas a legisladores de todos los sectores me asignaron a Luis Lacalle Pou por el Partido Nacional. Jamás logré llegar a él porque, al menos en ese período de entrega, no logré encontrarlo nunca en el Parlamento o si estaba no tenía tiempo para recibirme, por lo que finalmente la entrevista la realicé a su secretario Martín Lema. Buscando romper el hielo, como habitualmente suelo hacer, y referenciando un conocido hábito de consumo de Lacalle padre, cuando Lema me ofreció un café le dije “no, mejor dame de lo que toman acá”, a lo cual ni lento ni perezoso el secretario me “invitó” con Aire Fresco. Ese es el nombre de la lista 400 que integra Mario Sanabia, oriundo de Los Cerrillos, que este mes está cumpliendo 28 años y se desempeña laboralmente en una planta industrial de Melilla. No hablamos ni de tacuaras ni Aparicios porque su principal referente es la alcaldesa Rosa Imoda, por la cual confiesa haber ingresado al Partido Nacional cuando ella se desempeñaba como secretaria de Lacalle Pou. Así Sanabia comenzó en un grupo de jóvenes dentro del lacallismo, es concejal suplente en Los Cerrillos y ha llegado a asumir como alcalde interino en tres oportunidades. Dice preferir a Lacalle por ser más concreto que Larrañaga al exponer sus proyectos, en los que prioriza los referidos a educación y seguridad, a la vez que está de acuerdo con su líder en cuanto a detener los trabajos de excavación hacia la búsqueda de posibles restos de personas desaparecidas en la dictadura y a bajar la edad de imputabilidad de los jóvenes de 18 a 16 años. En Los Cerrillos lo que más le preocupa es el tema del transporte y el del cierre de la UTU. Sobre el escaso número de personas que concurrieron a votar opina que quizás a esa gente la política partidaria “le da lo mismo”. Nos recibió una fría tarde de invierno junto a la estufa a leña de su casa, frente a la plaza, y esto fue lo que hablamos.


—¿Por qué te interesó empezar a trabajar en política y por qué precisamente en el Partido Nacional?            
—Yo tenía un vínculo con Rosa (Imoda) de conocerla de años. Una vez me invitó a un acto en Las Piedras y ahí empezamos a militar.                
—¿Cuánto hace de eso?    
—Eso fue en 2004.        
—¿Antes no habías tenido ningún tipo de militancia?    
—No, antes no. Yo ahí cumplía los 18 años y en esas internas fue la primera vez que voté.
—O sea que te incorporaste al Partido Nacional por una relación con Rosa Imoda. 
—Sí, nosotros teníamos un buen vínculo, aparte de gustarme la política.                
—¿Si Rosa hubiera sido de otro partido te habrías incorporado a otro partido entonces? 
—No sé si hubiese sido así, porque ya uno también tiene su ideología, de familia.         
—¿Tu familia es toda blanca?    
—No todos.                 
—La familia más cercana.    
—Sí, blanca.             
—¿Los que no son blancos de qué partido son?        
—Colorados.            
—Pero igual tenés una buena relación con ellos.        
—Sí, sí. No es que confronte con nadie ni nada de eso. Cada uno tiene sus ideas.            —¿En diez años se puede llegar dentro del Partido Nacional a algún cargo de importancia como el tuyo?, concejal, alcalde… 
—Sí, en diez años se pueden ir dando las cosas. 
—¿Qué te interesó del Partido Nacional, qué principios, qué valores, una vez que ya estabas adentro? 
—Estábamos con un grupo de jóvenes…
—Te pregunto por algunos principios políticos que te hayan interesado. 
—No sé. 
—En aquella época estaba Lacalle padre al frente del partido, ¿no? 
—Lacalle fue sí, en 2004 Lacalle fue el candidato.
—Y vos entraste en esa línea, en la línea de Lacalle. 
—Sí, porque cuando empecé Rosa estaba trabajando con él. 
—Y hoy estás con Lacalle Pou. 
—Sí. Después Rosa ya comenzó a trabajar con Lacalle Pou como secretaria. Ellos arrancaron en 1999 a trabajar juntos me parece. 
—Así que a Rosa la conocías desde antes. 
—Sí, porque yo tenía un reparto de frutas y verduras y yo iba a la casa de ella cuando vivía con sus padres y le vendía verduras.   
—¿Ahí ella te empezó a intentar atraer para el partido? 
—Sí, conversábamos, y después ya me sumé al Partido Nacional y a trabajar con ella. 
—Todavía no habías votado y estabas medio virgen en política. 
—Sí. En sí, sí. No era algo de lo que tuviera grandes conocimientos. Uno se empezó a ir vinculando ahí.
—¿La gente de Los Cerrillos está medianamente politizada, participa en política?, ¿cómo la ves? 
—Que trabajen, que militen, hay. No sé si decir que es mucha gente. Uno invita a un acto y hay gente que concurre y gente que no, no sé si por un poco de miedo a que los vean o algo de eso, no sé. Eso va en cada uno. Se ha ido sumando gente a nuestro grupo y se ha armado un grupo lindo. 
—¿Qué tiene de diferente ser blanco, colorado o frenteamplista?     
—Qué tiene de diferente… 
—Por algo estás con los blancos y no con los colorados o con el Frente. Algo preferirás que tiene el Partido Nacional y los demás no.   
—Ese vínculo que tenemos. Respeto las ideas que tenga cada uno, pero en ese momento me atrajo más el Partido Nacional con respecto a los otros, no sé si por el grupo de jóvenes…
—¿Comenzaste en un grupo de jóvenes que todavía sigue? 
—Se ha sumado gente nueva y hay otros que han salido también. Porque cuando empezamos, cuando yo me sumé, había un grupo armado que estaban todos juntos y después de ahí se habían separado también. Algunos siguieron a José Luis Núñez y algunos quedaron con Rosa, y otros se han ido sumando ahora, últimamente.         
—Pero todos dentro del lacallismo. 
—Sí. 
—¿Cómo te llevás con la gente que responde a Larrañaga? 
—Bien, son sus ideas, se sentirán más atraídos capaz por Larrañaga o apuestan a él. Yo no tengo nada en contra ni nada de eso. Trato de relacionarme bien con todos. 
—¿En qué se diferencian Lacalle y Larrañaga? 
—Puede ser en la juventud tal vez…  
—En que Lacalle es más joven. 
—Claro.
—¿Pero en qué se diferencian en cuanto a posturas políticas, a principios partidarios, a posiciones frente a las cosas? ¿Hay algo en que vos notes que son muy diferentes o son más o menos parecidos? 
—Parecidos, pero Lacalle en su discurso capaz que habla más concreto sobre sus proyectos. En cambio a Larrañaga yo lo vi por televisión y como que había cosas que contestaba y otras no.
—¿Qué proyectos políticos destacarías de Lacalle? 
—Las cosas que tiene en su agenda, ir mejorando temas de educación, todo eso que hoy en día son temas de los que se ha estado hablando mucho, y todo lo que se pueda ir mejorando en seguridad por ejemplo.    
—Para vos son dos temas importantes a modificar seguridad y educación. 
—Buscarle la manera para que pudiera ser mejor, pero yo sé que no debe ser muy fácil tampoco. 
—¿Qué le criticarías al gobierno del Frente Amplio?  
—No se me viene…
—Imaginate el Frente Amplio en el gobierno, ¿qué cosas distintas pensás que se podrían hacer desde los blancos si los blancos estuvieran en el gobierno? 
—Buscar la manera de mejorar eso, lo que es seguridad y educación. 
—¿Eso es lo que le criticarías al gobierno del Frente, que no se ocupe del tema seguridad o educación como debería? 
—O que se preocupe más. Para mí es como que se le tendría que dar un poco más de importancia, ver la manera de que todo camine mejor. 
—Lacalle Pou tiene al menos un par de postulados puntuales sobre temas sensibles para buena parte de la sociedad. Por ejemplo anunció que en caso de llegar a la presidencia suspendería las excavaciones en busca de posibles restos de desaparecidos. ¿Qué opinión tenés sobre eso? 
—Sí, ese es todo un tema. Yo respeto a la familia de toda esa gente, pero capaz que ese dinero que se vuelca ahí se podría volcar en alguna otra cosa.  
—¿Estás de acuerdo con que se suspendan esas excavaciones o no? 
—Y sí, capaz que eso se puede volcar para otro tema.
—El segundo punto del que te hablaba es que Lacalle está convencido de que hay que bajar la edad de imputabilidad a los 16 años. ¿Vos también? 
—Sí, se debería, porque hoy en día está muy brava la mano con los jóvenes y habría que ver no sé si que vayan a una cárcel como van los mayores sino capaz que buscar alguna otra manera para que se puedan rehabilitar también.   
—Ya están siendo recluidos en centros del SIRPA y del INAU, porque hoy ya son imputables desde los 13 años. 
—Sí, pero no veo tampoco que desde el INAU haya una rehabilitación. Capaz que habría que buscar una manera mejor para rehabilitarlos.
—Y en las cárceles, hacinadas de gente como están hoy, con el Penal de Libertad superpoblado, con el COMCAR superpoblado, con mucha policía corrupta incluso que les entra droga, que les entra armas, ¿te parece que ahí se pueden rehabilitar mejor?  
—Por eso te digo, no hablo de ir a una cárcel común por lo mismo, y más que son chiquilines, pero habría que buscar una manera de que pudieran rehabilitarse de otra forma.
—¿Crear otro organismo? 
—Capaz que se podría crear algún otro organismo donde pudieran hacer algún tipo de tareas para que los ayude a ellos también. 
—Capaz que ese organismo se puede bancar con la plata que ya no se destinaría a la búsqueda de desaparecidos. 
—Sí, podría ser, o capaz que se podría buscar la manera de mejorar el INAU como para que se puedan rehabilitar mejor. 
—¿Qué cambiarías en Los Cerrillos? Mirando críticamente a Los Cerrillos, ¿qué cosas te gustan y qué cosas le cambiarías para mejorar el pueblo? 
—Cerrillos me gusta porque toda la vida viví acá, que es tranquilo comparado con otros lugares. Y hoy que veía en la revista lo del transporte sería algo para mejorar. Es algo difícil porque yo sé que a las empresas de transporte para solventar un vehículo no les debe ser barato por la cantidad de gente que pueda estar viajando, tenemos muchos adolescentes que vienen al liceo y todo eso. 
—Pero el pasaje de esos adolescentes está subvencionado por la Intendencia. 
—Sí. Pero buscar la manera de que pudieran llegar a todos lados y que todos pudieran tener acceso a poder salir de su lugar y viajar a otro lugar para conocer por ejemplo, o también evitar un poco los adolescentes que van al liceo en moto.    
—¿Que eso se podría mejorar con un buen sistema de transporte para que no vayan en moto me querés decir? 
—Claro, pero habría que ver si se puede mejorar eso, más hoy en día cómo está todo el tema de las motos, que ha crecido mucho. Y se han ido haciendo otras cosas, en los caminos trabajan siempre, ahora aparentemente va a salir la calle principal, y las calles se van arreglando como para transitar. Se ha ido colocando más luminaria también.
—Y hablando del tema educativo, acá hace más de dos años que está cerrada la UTU, un lugar donde los adolescentes podrían aprender oficios para volcar en beneficio del mismo pueblo. ¿El Partido Nacional en el caso de llegar a algún estrato de gobierno, Intendencia, gobierno nacional o desde la misma alcaldía, podría hacer algo al menos por rehabilitar la UTU? 
—En eso habría que trabajar en buscar la manera, pienso yo. Se ha estado trabajando en comisiones pero no se ha tenido resultados. 
—¿Se ha discutido dentro del partido el cierre de la UTU? 
—Que yo sepa no. Capaz que sí, que tengan la idea. Las comisiones sé que habían estado trabajando pero tampoco se tenía una respuesta de Canelones de poder mandar un administrativo para que pudiera estar ahí y poder traer más cursos.
—¿Esas comisiones son a nivel de Montevideo? 
—No, comisiones que se formaron acá en Cerrillos.
—¿Y esas comisiones no se ocuparon todavía de la UTU? 
—Había comisiones que trabajaron en eso pero después se fueron diluyendo porque no hubo resultados. 
—¿Pero llegaron a tomar alguna medida, a presentar algún reclamo en alguna parte? 
—No sé si llegaron más arriba como para buscar una solución. 
—¿Ustedes desde Los Cerrillos tienen comunicación directa con Lacalle Pou para plantearle problemas, temas, soluciones, o es difícil llegar a él?  
—No, hay maneras de llegar directo.
—¿Cuándo fue la última vez que viste a Lacalle Pou? 
—El día de las elecciones internas pasó por el club y unos días antes en el acto que hubo acá en Cerrillos.   
—¿Qué opinión te merece la escasa votación? ¿A qué se puede deber eso, si bien no era obligatorio? 
—Yo creo que es un derecho que tenemos todos los ciudadanos y que debemos ejercerlo como tal. Fue una votación baja, ese 37% fue el más bajo desde su comienzo.
—¿Puede haber sido también una especie de castigo a la clase política en general? 
—Tal vez sí. Y también puede ser que la gente haya querido decir que le da lo mismo.

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