lunes, 16 de junio de 2014


Jóvenes en política

ALGO HABRÁN HECHO
ALGO IRÁN A HACER


Celebradas las elecciones internas de los partidos políticos, con el menor porcentaje de los últimos quince años, desde que fueron establecidas, no llegando a alcanzar el 40% de los
votantes, y de cara a las nacionales de octubre, en un
Municipio mayoritariamente blanco como Los Cerrillos,
entendimos un tema de interés general consultar la opinión
y visión de los jóvenes que hoy participan en política en la
localidad, cada uno militando en uno de los tres partidos
tradicionales, ya que además no encontramos militancia
juvenil activa en ninguno de los restantes. En tiempos de
abulia partidaria, ¿qué los llevó a involucrarse en política?, ¿qué incidencia tienen sus planteos y posiciones en cada uno de sus respectivos partidos?, ¿qué los une y qué los enfrenta?, ¿nace de ellos un nuevo Uruguay o más de lo mismo?


Desde aquí se ve

POLÍTICAMENTE CORRECTOS



“Yo vivo de preguntar, saber no puede ser lujo” canta el escaramujo de Silvio, pero la cuestión está en a quién y para qué se pregunte. Por eso a pesar de hablar con jóvenes políticos, en este número no buscamos ahondar, alabar ni cuestionar ninguna ideología política sino a partir de ellas conocer qué piensan/hacen los jóvenes cerrillenses que apuestan a que la realidad puede ser modificada desde la militancia partidaria. Y ni siquiera pretendemos corroborar o desestimar si eso es cierto o posible ni si el sistema democrático representativo hoy vigente en nuestro país es el mejor sistema desde donde apostar a que los orientales, más o menos ilustrados o valientes, vivamos con mayor o menor dignidad que la que tenemos hoy. Simplemente partimos de un dato de la realidad: este mes se inició con elecciones internas en Uruguay, donde votó menos del 40% de la ciudadanía, y este dato no nos puede pasar por un costado (ni el de las elecciones ni el de la baja votación), sumado ello a que nos encontramos en medio de la pista de una carrera electoral hacia las nacionales de octubre. Al día de cierre de esta edición, los números de la Corte Electoral indicaban que sufragaron 989.696 compatriotas, que 408.963 lo hicieron por el Partido Nacional, 297.856 por el gobernante Frente Amplio, 137.452 por el Partido Colorado, 4.661 por Asamblea Popular, 3.895 por el Partido Independiente, 2.861 por el Partido Ecologista Radical Intransigente, 1.089 por el Partido de la Concertación, 622 por el Partido de los Trabajadores, 275 por Unidos y 251 por Unión para el Cambio, con 81.141 votos parcialmente en blanco, 24.768 votos totalmente en blanco, 7.691 anulados y 18.171 observados. En lo departamental, Canelones votó de la siguiente forma para el Deliberativo Nacional: 54.235 PN, 44.336 FA, 18.380 PC, 768 AP, 552 PI, 412 PERI, 107 PT, 84 U, 41 PDLC, 31 UPEC, 8.653 blancos parciales, 3.206 blancos totales, 1.100 anulados y 1.087 votos observados, de un total de 132.992 emitidos. Vale también destacar que en esta instancia es en la única donde se respeta y pone en práctica el derecho al voto, ya que al no tratarse de una participación de carácter obligatorio no se penaliza a quien no concurra a las urnas, como sí ocurrirá por ejemplo en las elecciones nacionales de octubre, donde ese derecho constitucional se trasvestirá en una obligación. Esto nos lleva a preguntarnos, porque además nos parece positivo un permanente autocuestionamiento de nosotros mismos como república al menos: ¿si las elecciones no fueran obligatorias sólo concurriría a votar menos de un 40%? ¿Qué validez o respaldo político ciudadano tendrían los cargos electos si ellos fueran elegidos por menos de la mitad de la ciudadanía? ¿La democracia misma qué respaldo tendría? Por haber crecido en dictadura y padecido en carne propia los abusos del poder ilegal me niego a responder tal autopregunta, pero igual me la hago e igual sigo guardando mi muy secreta respuesta. ¿Cuál es la suya? La respuesta que buscamos en esta edición es otra, posiblemente más significativa y peligrosa que la anterior: ¿Qué esperan lograr los jóvenes cerrillenses dentro de este sistema heredado?, ¿cuáles son sus expectativas y propuestas?, ¿hasta dónde están dispuestos a jugarse y por qué?, ¿la edad marca un principismo que el paso de los años borra o esos valores se profundizan con el transcurso del tiempo? No queremos poner aquí en juicio a ningún partido político. De haber sido esa la intención deberíamos haber buscado entrevistar al menos a los candidatos de los partidos con representación parlamentaria, que ya han tenido tiempo suficiente en el pasado como para demostrar qué y hasta dónde pueden dar de sí desde cada una de sus tiendas partidarias. Por eso recabamos la opinión de los jóvenes, en este caso de los tres partidos políticos tradicionales, ya que buscamos militantes de otros lemas y no encontramos en Los Cerrillos. Pero no buscamos al azar. Nos comunicamos con gente del PERI y no hay; con el candidato a la vicepresidencia de la Unión Popular, Gustavo López; y no hay; hasta llegamos a hablar con Juan Pilo, dirigente de la Federación Anarquista Uruguaya, para conocer la posición de los que no votan dentro de este sistema, y no hay. Por eso lo que van a leer de aquí en más es lo políticamente correcto y posible en Los Cerrillos, para abrir opinión, para que este dato de la realidad no nos pase por el costado y para sacar nuestras propias conclusiones.

Con Mario Sanabia, militante del Partido Nacional

AIRE FRESCO DE INVIERNO



Hace dos años la Junta Nacional de Drogas me contrató para escribir un libro sobre diversas miradas a esa problemática, que terminó editándose como “El cable tóxico”. En las entrevistas a legisladores de todos los sectores me asignaron a Luis Lacalle Pou por el Partido Nacional. Jamás logré llegar a él porque, al menos en ese período de entrega, no logré encontrarlo nunca en el Parlamento o si estaba no tenía tiempo para recibirme, por lo que finalmente la entrevista la realicé a su secretario Martín Lema. Buscando romper el hielo, como habitualmente suelo hacer, y referenciando un conocido hábito de consumo de Lacalle padre, cuando Lema me ofreció un café le dije “no, mejor dame de lo que toman acá”, a lo cual ni lento ni perezoso el secretario me “invitó” con Aire Fresco. Ese es el nombre de la lista 400 que integra Mario Sanabia, oriundo de Los Cerrillos, que este mes está cumpliendo 28 años y se desempeña laboralmente en una planta industrial de Melilla. No hablamos ni de tacuaras ni Aparicios porque su principal referente es la alcaldesa Rosa Imoda, por la cual confiesa haber ingresado al Partido Nacional cuando ella se desempeñaba como secretaria de Lacalle Pou. Así Sanabia comenzó en un grupo de jóvenes dentro del lacallismo, es concejal suplente en Los Cerrillos y ha llegado a asumir como alcalde interino en tres oportunidades. Dice preferir a Lacalle por ser más concreto que Larrañaga al exponer sus proyectos, en los que prioriza los referidos a educación y seguridad, a la vez que está de acuerdo con su líder en cuanto a detener los trabajos de excavación hacia la búsqueda de posibles restos de personas desaparecidas en la dictadura y a bajar la edad de imputabilidad de los jóvenes de 18 a 16 años. En Los Cerrillos lo que más le preocupa es el tema del transporte y el del cierre de la UTU. Sobre el escaso número de personas que concurrieron a votar opina que quizás a esa gente la política partidaria “le da lo mismo”. Nos recibió una fría tarde de invierno junto a la estufa a leña de su casa, frente a la plaza, y esto fue lo que hablamos.


—¿Por qué te interesó empezar a trabajar en política y por qué precisamente en el Partido Nacional?            
—Yo tenía un vínculo con Rosa (Imoda) de conocerla de años. Una vez me invitó a un acto en Las Piedras y ahí empezamos a militar.                
—¿Cuánto hace de eso?    
—Eso fue en 2004.        
—¿Antes no habías tenido ningún tipo de militancia?    
—No, antes no. Yo ahí cumplía los 18 años y en esas internas fue la primera vez que voté.
—O sea que te incorporaste al Partido Nacional por una relación con Rosa Imoda. 
—Sí, nosotros teníamos un buen vínculo, aparte de gustarme la política.                
—¿Si Rosa hubiera sido de otro partido te habrías incorporado a otro partido entonces? 
—No sé si hubiese sido así, porque ya uno también tiene su ideología, de familia.         
—¿Tu familia es toda blanca?    
—No todos.                 
—La familia más cercana.    
—Sí, blanca.             
—¿Los que no son blancos de qué partido son?        
—Colorados.            
—Pero igual tenés una buena relación con ellos.        
—Sí, sí. No es que confronte con nadie ni nada de eso. Cada uno tiene sus ideas.            —¿En diez años se puede llegar dentro del Partido Nacional a algún cargo de importancia como el tuyo?, concejal, alcalde… 
—Sí, en diez años se pueden ir dando las cosas. 
—¿Qué te interesó del Partido Nacional, qué principios, qué valores, una vez que ya estabas adentro? 
—Estábamos con un grupo de jóvenes…
—Te pregunto por algunos principios políticos que te hayan interesado. 
—No sé. 
—En aquella época estaba Lacalle padre al frente del partido, ¿no? 
—Lacalle fue sí, en 2004 Lacalle fue el candidato.
—Y vos entraste en esa línea, en la línea de Lacalle. 
—Sí, porque cuando empecé Rosa estaba trabajando con él. 
—Y hoy estás con Lacalle Pou. 
—Sí. Después Rosa ya comenzó a trabajar con Lacalle Pou como secretaria. Ellos arrancaron en 1999 a trabajar juntos me parece. 
—Así que a Rosa la conocías desde antes. 
—Sí, porque yo tenía un reparto de frutas y verduras y yo iba a la casa de ella cuando vivía con sus padres y le vendía verduras.   
—¿Ahí ella te empezó a intentar atraer para el partido? 
—Sí, conversábamos, y después ya me sumé al Partido Nacional y a trabajar con ella. 
—Todavía no habías votado y estabas medio virgen en política. 
—Sí. En sí, sí. No era algo de lo que tuviera grandes conocimientos. Uno se empezó a ir vinculando ahí.
—¿La gente de Los Cerrillos está medianamente politizada, participa en política?, ¿cómo la ves? 
—Que trabajen, que militen, hay. No sé si decir que es mucha gente. Uno invita a un acto y hay gente que concurre y gente que no, no sé si por un poco de miedo a que los vean o algo de eso, no sé. Eso va en cada uno. Se ha ido sumando gente a nuestro grupo y se ha armado un grupo lindo. 
—¿Qué tiene de diferente ser blanco, colorado o frenteamplista?     
—Qué tiene de diferente… 
—Por algo estás con los blancos y no con los colorados o con el Frente. Algo preferirás que tiene el Partido Nacional y los demás no.   
—Ese vínculo que tenemos. Respeto las ideas que tenga cada uno, pero en ese momento me atrajo más el Partido Nacional con respecto a los otros, no sé si por el grupo de jóvenes…
—¿Comenzaste en un grupo de jóvenes que todavía sigue? 
—Se ha sumado gente nueva y hay otros que han salido también. Porque cuando empezamos, cuando yo me sumé, había un grupo armado que estaban todos juntos y después de ahí se habían separado también. Algunos siguieron a José Luis Núñez y algunos quedaron con Rosa, y otros se han ido sumando ahora, últimamente.         
—Pero todos dentro del lacallismo. 
—Sí. 
—¿Cómo te llevás con la gente que responde a Larrañaga? 
—Bien, son sus ideas, se sentirán más atraídos capaz por Larrañaga o apuestan a él. Yo no tengo nada en contra ni nada de eso. Trato de relacionarme bien con todos. 
—¿En qué se diferencian Lacalle y Larrañaga? 
—Puede ser en la juventud tal vez…  
—En que Lacalle es más joven. 
—Claro.
—¿Pero en qué se diferencian en cuanto a posturas políticas, a principios partidarios, a posiciones frente a las cosas? ¿Hay algo en que vos notes que son muy diferentes o son más o menos parecidos? 
—Parecidos, pero Lacalle en su discurso capaz que habla más concreto sobre sus proyectos. En cambio a Larrañaga yo lo vi por televisión y como que había cosas que contestaba y otras no.
—¿Qué proyectos políticos destacarías de Lacalle? 
—Las cosas que tiene en su agenda, ir mejorando temas de educación, todo eso que hoy en día son temas de los que se ha estado hablando mucho, y todo lo que se pueda ir mejorando en seguridad por ejemplo.    
—Para vos son dos temas importantes a modificar seguridad y educación. 
—Buscarle la manera para que pudiera ser mejor, pero yo sé que no debe ser muy fácil tampoco. 
—¿Qué le criticarías al gobierno del Frente Amplio?  
—No se me viene…
—Imaginate el Frente Amplio en el gobierno, ¿qué cosas distintas pensás que se podrían hacer desde los blancos si los blancos estuvieran en el gobierno? 
—Buscar la manera de mejorar eso, lo que es seguridad y educación. 
—¿Eso es lo que le criticarías al gobierno del Frente, que no se ocupe del tema seguridad o educación como debería? 
—O que se preocupe más. Para mí es como que se le tendría que dar un poco más de importancia, ver la manera de que todo camine mejor. 
—Lacalle Pou tiene al menos un par de postulados puntuales sobre temas sensibles para buena parte de la sociedad. Por ejemplo anunció que en caso de llegar a la presidencia suspendería las excavaciones en busca de posibles restos de desaparecidos. ¿Qué opinión tenés sobre eso? 
—Sí, ese es todo un tema. Yo respeto a la familia de toda esa gente, pero capaz que ese dinero que se vuelca ahí se podría volcar en alguna otra cosa.  
—¿Estás de acuerdo con que se suspendan esas excavaciones o no? 
—Y sí, capaz que eso se puede volcar para otro tema.
—El segundo punto del que te hablaba es que Lacalle está convencido de que hay que bajar la edad de imputabilidad a los 16 años. ¿Vos también? 
—Sí, se debería, porque hoy en día está muy brava la mano con los jóvenes y habría que ver no sé si que vayan a una cárcel como van los mayores sino capaz que buscar alguna otra manera para que se puedan rehabilitar también.   
—Ya están siendo recluidos en centros del SIRPA y del INAU, porque hoy ya son imputables desde los 13 años. 
—Sí, pero no veo tampoco que desde el INAU haya una rehabilitación. Capaz que habría que buscar una manera mejor para rehabilitarlos.
—Y en las cárceles, hacinadas de gente como están hoy, con el Penal de Libertad superpoblado, con el COMCAR superpoblado, con mucha policía corrupta incluso que les entra droga, que les entra armas, ¿te parece que ahí se pueden rehabilitar mejor?  
—Por eso te digo, no hablo de ir a una cárcel común por lo mismo, y más que son chiquilines, pero habría que buscar una manera de que pudieran rehabilitarse de otra forma.
—¿Crear otro organismo? 
—Capaz que se podría crear algún otro organismo donde pudieran hacer algún tipo de tareas para que los ayude a ellos también. 
—Capaz que ese organismo se puede bancar con la plata que ya no se destinaría a la búsqueda de desaparecidos. 
—Sí, podría ser, o capaz que se podría buscar la manera de mejorar el INAU como para que se puedan rehabilitar mejor. 
—¿Qué cambiarías en Los Cerrillos? Mirando críticamente a Los Cerrillos, ¿qué cosas te gustan y qué cosas le cambiarías para mejorar el pueblo? 
—Cerrillos me gusta porque toda la vida viví acá, que es tranquilo comparado con otros lugares. Y hoy que veía en la revista lo del transporte sería algo para mejorar. Es algo difícil porque yo sé que a las empresas de transporte para solventar un vehículo no les debe ser barato por la cantidad de gente que pueda estar viajando, tenemos muchos adolescentes que vienen al liceo y todo eso. 
—Pero el pasaje de esos adolescentes está subvencionado por la Intendencia. 
—Sí. Pero buscar la manera de que pudieran llegar a todos lados y que todos pudieran tener acceso a poder salir de su lugar y viajar a otro lugar para conocer por ejemplo, o también evitar un poco los adolescentes que van al liceo en moto.    
—¿Que eso se podría mejorar con un buen sistema de transporte para que no vayan en moto me querés decir? 
—Claro, pero habría que ver si se puede mejorar eso, más hoy en día cómo está todo el tema de las motos, que ha crecido mucho. Y se han ido haciendo otras cosas, en los caminos trabajan siempre, ahora aparentemente va a salir la calle principal, y las calles se van arreglando como para transitar. Se ha ido colocando más luminaria también.
—Y hablando del tema educativo, acá hace más de dos años que está cerrada la UTU, un lugar donde los adolescentes podrían aprender oficios para volcar en beneficio del mismo pueblo. ¿El Partido Nacional en el caso de llegar a algún estrato de gobierno, Intendencia, gobierno nacional o desde la misma alcaldía, podría hacer algo al menos por rehabilitar la UTU? 
—En eso habría que trabajar en buscar la manera, pienso yo. Se ha estado trabajando en comisiones pero no se ha tenido resultados. 
—¿Se ha discutido dentro del partido el cierre de la UTU? 
—Que yo sepa no. Capaz que sí, que tengan la idea. Las comisiones sé que habían estado trabajando pero tampoco se tenía una respuesta de Canelones de poder mandar un administrativo para que pudiera estar ahí y poder traer más cursos.
—¿Esas comisiones son a nivel de Montevideo? 
—No, comisiones que se formaron acá en Cerrillos.
—¿Y esas comisiones no se ocuparon todavía de la UTU? 
—Había comisiones que trabajaron en eso pero después se fueron diluyendo porque no hubo resultados. 
—¿Pero llegaron a tomar alguna medida, a presentar algún reclamo en alguna parte? 
—No sé si llegaron más arriba como para buscar una solución. 
—¿Ustedes desde Los Cerrillos tienen comunicación directa con Lacalle Pou para plantearle problemas, temas, soluciones, o es difícil llegar a él?  
—No, hay maneras de llegar directo.
—¿Cuándo fue la última vez que viste a Lacalle Pou? 
—El día de las elecciones internas pasó por el club y unos días antes en el acto que hubo acá en Cerrillos.   
—¿Qué opinión te merece la escasa votación? ¿A qué se puede deber eso, si bien no era obligatorio? 
—Yo creo que es un derecho que tenemos todos los ciudadanos y que debemos ejercerlo como tal. Fue una votación baja, ese 37% fue el más bajo desde su comienzo.
—¿Puede haber sido también una especie de castigo a la clase política en general? 
—Tal vez sí. Y también puede ser que la gente haya querido decir que le da lo mismo.


Con Yamila Said, militante del Frente Amplio

TRANSFORMAR DESDE LOS JÓVENES



Como el tema político suele despertar muchas susceptibilidades en mucha gente vale aclarar, promediando el abordaje del mismo, que el orden en que editamos las entrevistas es el surgido de la cantidad de votos recibidos por cada partido. Por tal razón ubicamos en primer lugar a un militante activo del Partido Nacional, en segundo lugar a una del Frente Amplio y en tercer término a uno del Partido Colorado. Otra de las cuestiones a aclarar por transparencia debida es que ningún entrevistado fue elegido al azar. En tal sentido, para hablar con Néstor Tomeo consulté la opinión del único exmilitante colorado que conozco a partir del trabajo radial, Diego Merlo; para entrevistar a Mario Sanabia le pregunté a la alcaldesa Rosa Imoda sobre algún joven militante blanco que me pudiera citar; y en el presente caso de Yamila Said fue por relación directa con ella, debido a que durante un breve tiempo estuvo a cargo de la publicidad de esta revista. Y en este caso de referencia, como ya relaté alguna anécdota sobre el secretario de Lacalle Pou, mi historia personal con el Frente Amplio nació hace treinta años y se extendió por veinte, razón por la cual no cabe extenderme en relatar ningún episodio transcurrido en el pasado en ese aspecto. Sí tengo muchas anécdotas de entrevistas realizadas a prácticamente todos los políticos, incluídos por supuesto los frenteamplistas de ayer y de hoy. Así discutí cordialmente con Danilo Astori en varias oportunidades cuando se proponía la privatización de ANCAP, así conocí las distintas etapas incluso estéticas de Raúl Sendic hijo, así me interioricé durante la militancia del verdadero perfil de José Mujica, así coincidí más con Chifflet que con Gargano, así luego fuimos amigos con Sarthou y así la lista siguió, pero a quien jamás logré conocer en cercanía, porque tampoco jamás aceptó una sola entrevista personal, es al nuevamente candidato a la presidencia Tabaré Vázquez. Yamila tiene 19 años y llegó del Chuy hace 6. En las internas se presentó en el cuarto lugar de la lista 73730 para el Deliberativo Departamental, integrada exclusivamente por militantes de Los Cerrillos y Aguas Corrientes. Su preocupación fundamental es todo lo relacionado con el trabajo social y su base política más importante está en el tema relaciones internacionales, ya que además cursa licenciatura en estudios internacionales. Café de por medio realizamos la siguiente entrevista.
 


—¿Por qué resolviste empezar a militar en política y por qué en el Frente Amplio?    
—En 2012, cuando las elecciones internas, yo ya estaba afiliada a la CAP-L. Milito en el Frente porque las concepciones que tiene el FA, cómo entiende la política y las obras sociales, son la misma ideología que tengo yo. Militar acá en Cerrillos en política es relativamente nuevo para mí y la forma en que llegué a la CAP-L es porque en realidad ya somos un grupo de amigos y la CAP fue el sector que se nos acercó y brindó ese espacio que nosotros buscábamos dentro de la política, que es el hecho de poder llegar a tener una lista con gente como nosotros, no que vos tengas que militar veinte años para poder ingresar a una lista y poder decir lo que vos pensás.            
—¿Es la única lista del FA integrada solamente por gente de Los Cerrillos? 
—Sí, Cerrillos-Aguas Corrientes. Es el único sector que hizo listas dentro del Frente descentralizadas en ese sentido. Y también fue porque nosotros desde hace muchos años venimos haciendo cosas juntos y somos un grupo que ya nos conocemos, entonces partir hacia la política no nos resultó tan novedoso, porque ya veníamos indirectamente haciendo política.                 
—¿En qué estaban integrados antes?                
—Con Analía (Lemaire) en el diarito Embale, desde fines de 2009 hasta mediados de 2011. La primera vez que estuve en un proyecto social fue en 2009, cuando el INJU sacaba el Arrimate, y con otra gente hicimos un proyecto para arrimar el deporte a las escuelas rurales. Después estuve en Kolping, y al ser Cerrillos un pueblo tan chico uno se va vinculando con gente que está en la misma, haciendo cosas. Y Rodrigo Roncio (convencional electo) también estuvo siempre vinculado, más desde marzo de 2011 con los Cabildos Jóvenes. 
—¿Formás o formaste parte del Cabildo Joven?        
—No orgánicamente.        
—¿Encontrás mucha gente que trabaje en política en Los Cerrillos?                
—Sí, hay pila de gente que yo conocía de vista y que ni sabía que estaba militando para el FA por ejemplo, y que ahora al estar militando las he encontrado repartiendo listas o juntándonos en el comité que acabamos de abrir.                     
—¿Y de otros partidos?    
—Sí, conozco blancos, colorados no.                
—¿Se puede decir que Los Cerrillos sea un pueblo politizado?                
—A mi parecer no. Pero por ejemplo en proyectos sociales con la gente que me he encontrado son frentistas, no recuerdo alguno que sea colorado o blanco, después como que no he visto… Yo soy relativamente nueva en este pueblo, hace seis años que estoy.
—En la vida sos relativamente nueva.                
—Sí, en la vida, pero en el pueblo también. Elecciones nacionales vi sólo una acá.             —¿Cómo te pega la gente de los demás partidos? ¿Cómo la ves?, ¿como un contrincante, como un rival, como un enemigo, como un compañero?    
—No, no. La sociedad se fracciona por ideologías políticas, entonces si quienes estamos dentro de los partidos también nos fraccionamos las políticas no se pueden llevar a cabo. Si vos estás en un pueblo chiquito y tenés gente, como algunos muchachos de la lista de Lacalle Pou que conocí en las internas, que también siguen una ideología de descentralización y tienen ideas en común, y vos te desaliás sólo porque son blancos, caés en las riñas de los viejos. Yo creo que los jóvenes hoy por hoy tenemos que ir con la idea de unir, unirnos como FA y unirnos con partidos con los cuales quizás no concordemosen un cien por ciento pero podamos entablar una conversación. Si vos ya desde el principio decís “no te hablo porque sos blanco o colorado”, cómo querés llevar una política a la sociedad que sea efectiva, si la sociedad misma ya está dividida por ideologías.                
—¿O sea que tu ideal sería llegar a una sociedad sin partidos políticos?            
—No. Si vos tenés una sociedad sin partidos políticos priorizás en una anarquía o en una forma de autoritarismo, que no sería lo adecuado, porque un país autoritario o un país anárquico son extremos que realmente no me gustarían, para mí lo mejor es la democracia.
—¿Cómo sería trabajar unidos con otros partidos entonces?    
—En las políticas sociales. Por ejemplo la idea de un Cabildo Abierto que vos planteabas; estoy segurísima que gente que está dentro de los blancos o colorados puede llegar a estar de acuerdo con esto, pero si en otros temas la gente no va por el mismo camino es imposible poder llegar a trabajar en conjunto, porque como en todo necesitás dos partes que quieran.
—El Cabildo Abierto no es una iniciativa del Frente Amplio.    
—No, claro que no, pero si por ejemplo lo planteara el FA y tenés colorados o blancos que están en desacuerdo sólo porque lo planteó el FA, ahí es donde se ve que necesitás unión. Porque por ejemplo para las elecciones próximas no se ve una mayoría del FA, entonces ahí tenés que negociar con los otros partidos para poder llevar a cabo algo, y es lo mejor quizás. Porque los gobernantes son una élite, y la sociedad es muy amplia, y esa sociedad está fraccionada y se siente representada por esa élite. Si esa élite también se fracciona lo que vos representás es que la sociedad también se tiene que fraccionar, pero si vos hacés que esa élite esté unida la sociedad va a ser más unida.         
—¿Y cómo lográs desde abajo unir a las cúpulas?        
—Con los jóvenes. Por ejemplo yo estoy en la CAP, mi referente a nivel nacional es Huidobro, pero los viejos se van a ir yendo, y se van a ir yendo también con esas riñas que tienen, y si los jóvenes entramos con la postura de ellos como Huidobro se peleó con el MPP yo no me tendría que hablar con el MPP. Y así con todos los sectores: los de Lacalle no se hablarían con los de Larrañaga porque uno es herrerista y el otro no. Es absurdo.            
—¿O sea que para llegar a un socialismo real hay que esperar a que se mueran Mujica y Fernández Huidobro?        
—No, porque mientras los viejos no se mueren y los jóvenes vamos entrando ya podemos ir cambiando. Los que tenemos el cambio en nuestras manos somos los que entramos, y los que entramos si partimos con una idea de unión, te lo hablo a nivel del Frente nomás, todos los jóvenes que entramos si lo hacemos con la idea de que pertenecemos a tal sector y como el otro es de la 2121 está todo mal… y no tiene que ser así, porque si nos acercamos al Frente es porque entendemos al hombre de una forma. Si por ejemplo vas a estudiar los paradigmas de las relaciones internacionales, tenés un paradigma realista, otro idealista, tenés el marxista y tenés el globalista. Cualquiera de esos cuatro parten de concepciones distintas del hombre y después desarrollan una teoría, pero en lo primero que se diferencian es en el hombre. El realista dice que el hombre es egoísta y busca su máximo poder, entonces lo lleva a un nivel internacional donde los estados tienen que preocuparse por su estado-nación y si tienen que ir a guerra van a ir a guerra porque lo que ellos buscan es más poder. El globalista cree que los estados se tienen que interrelacionar porque el hombre es un ser que debe interrelacionarse. El marxista tiene una ideología donde el proletariado tiene que dar su revolución y destruir las clases sociales, entonces a partir de esa concepción del hombre se llega a un plano internacional. Y el idealista parte de la ideología de San Agustín, de la sociedad perfecta donde el hombre es solidario y debe compartir, entonces parte de que el mundo internacional debe guiarse por esa perspectiva. O sea que la diferencia es cómo entienden al hombre.        
—¿Entonces vos creés que hoy el Frente Amplio en el gobierno está administrando el país lo mejor que puede en la medida de lo posible?        
—Las políticas que lleva hoy el Frente a mí me gustan, pero después están las personas que llevan adelante esas políticas. El partido tiene una ideología, después tenés a las personas que tratan de llevar a cabo esa ideología, que pueden algunas desviarse, actuar según la ideología del Frente o no. Aparte el Frente es amplio porque tiene cada sector que a su vez se subdivide en diferentes sectores. Yo creo que la división del FA se da en cómo llevar a cabo esa ideología, pero en realidad la concepción del hombre es la misma.             
—¿Qué cosas le cambiarías a la administración de gobierno del Frente Amplio?, de lo hecho o de lo no hecho.        
—Yo no sé si le cambiaría. Obviamente el Frente ha cometido errores, pero como comete cualquier persona, uno en la vida.    
—¿Qué errores?        
—Por ejemplo hay mucha gente que critica cuando se dio el plan de emergencia. Pero hay que tener en cuenta que el país sí estaba en emergencia en ese momento. Vos no podés levantar una sociedad con hambre o sin educación, entonces en ese momento se decidió darle dinero, se copió la política que utilizó Lula, pero después se fue progresando en esa política. Antes quizás no se tenía tan regulado el tema de que el niño asistiera a la educación, y hoy por hoy sí se tiene muy regulado. Y hay cosas que van más allá de lo nacional. Yo entiendo a las relaciones internacionales como un sistema, que es un paradigma moderno de ver a las relaciones internacionales, y los países están dentro de ese sistema, que es un marco regulotorio. El tamaño que tienen esos países es dependiendo de su población, de su territorio y de su economía. Esos tres factores inciden en el lugar que ocupa cada país en el sistema. Uruguay es un país chico, tanto en población como en territorio como en economía, entonces es lógico que las políticas internacionales que se llevan a cabo por las potencias inciden sobre nosotros, como por ejemplo esto de la megaminería, el proyecto Aratirí-Zamin Ferrous. Se está materializando hoy en el gobierno del Frente, pero es una idea que viene de 1984. Entonces atacar al Frente porque está materializando Aratirí sería erróneo.                 —Pero es una decisión de estado de parte del Frente también.                    
—No, Aratirí viene de antes, Aratirí se iba a hacer, se va a hacer.    
—O sea que el Frente Amplio lo va a hacer pero con culpa.    
—Hay sectores dentro del Frente que están de acuerdo y sectores que están en desacuerdo, pero hay cosas que uno como gobierno chico no puede luchar, que en el sistema en el que vivimos lamentablemente no podés ir en contra. Entonces por más que el Frente dijera no, Aratirí se iba a hacer. O, por ejemplo, del puerto de aguas profundas no se está hablando desde ahora, hace diez años que se está hablando. Son cosas de antes que no son por un gobierno, son para el resto de la historia del Uruguay. Yo lo critico mucho porque realmente estoy en contra de la megaminería, porque para mí la megaminería es como una prostitución; yo mujer necesito un celular, me sale 5000 pesos, voy a prostituirme y con toda seguridad lo consigo más fácil, o puedo trabajar, desgastarme de otra forma y coprar ese celular, pero seguramente me va a llevar más tiempo. La plata que va a traer Zamin Ferrous a nosotros nos sirve porque necesitamos infraestructura, muchísimas cosas para mejorar nuestro país, pero este déficit en infraestructura no viene de ahora, viene desde hace cincuenta o sesenta años. Las carreteras hace sesenta años que no se arreglan, la OSE hace cien años, entonces es como pretender muchísimo pedirle al FA que en diez años pueda arreglar todas las cosas, pero creo que ha llevado un buen rumbo, y se necesita más. Y hoy o mañana si gana otro partido espero que se continúe con las políticas que se han llevado a cabo, porque en América Latina hay como una concepción de cambio de gobierno y cambio de política, y por algo ves que Estados Unidos mismo no cambia si gana un republicano o un demócrata, porque tiene su programa de cincuenta años en adelante y gane quien gane lo va a seguir.
—El ciudadano común es muy difícil que quiera cambios profundos como los que planteaban los principios fundacionales del FA en 1971, que no se están cumpliendo. ¿Vos entendés que el FA no lo ha hecho para estar a la altura del ciudadano común que no quiere esos cambios profundos?                    
—¿Vos decís implementar por ejemplo un comunismo acá?    
—No planteaba un comunismo el Frente Amplio en el ’71.    
—Bueno, un socialismo, ¿no?    
—Sí.                    
—Nuestro país es una república, tiene una democracia establecida, entonces por más que vos tengas hoy en el poder a un gobierno que pueda llegar a tener una ideología socialista está regularizado por un sistema que no se lo va a permitir llevar a cabo. El Frente no puede decir “bueno, estatizo todo”, porque hay normas jurídicas que no le permitirían llevar a cabo eso. Y yo prefiero eso, porque es como Mujica decía la otra vez, hay pila de cosas que las normas o la burocracia no le han permitido hacer, y está bien que no se lo hayan permitido, él mismo lo decía, porque esas son las mismas normas que hoy o mañana si viene un gobierno autoritario tampoco se lo va a permitir, son garantías para el ciudadano, y a mi parecer está bien que sea así, porque por eso es una democracia. Yo primo la democracia, creo que es el mejor de los males.    
—El mal menor.            
—Ahí va, es el mal menor. Y si vos vas con una idea de llevar adelante toda la ideología del FA, o un blanco toda la ideología del PN, o un colorado toda la ideología del PC, te convertís en un gobierno autoritario, porque creés que eso es lo mejor y como es lo mejor lo voy a hacer, y no tenés la autoridad, y está bien que no la tengas, de llevar adelante todo lo que vos creés que es mejor.    
—¿Cómo evaluás la baja votación, que no llegó a un 40%?    
—Uruguay en los índices es altísimo. En Brasil creo que no se llegó a un 20% en las últimas. En Europa las últimas para el Parlamento Europeo también anduvieron en un 30 y pico o 40%. En todo el mundo pasa lo mismo. Obviamente lo ideal sería que un 90% participara, que ese 10% sean viejos que no se pueden levantar de la cama, pero es normal que pase eso porque no todo el mundo… Hay muchas personas que están descreídas de la política, o que no les importa la política, y vos tenés que respetarlas, porque si no las respetás se te cae al piso tu discurso.     
—¿Cómo interpretás tantas decenas de miles de votos en blanco cuando era una votación no obligatoria?        
—Te digo como un pensamiento de acá de Cerrilos nomás, que me pasó encontrar gente que fue a votar porque tenía que ir a votar, porque había quedado en que iba a votar o porque le dije- ron que fuera a votar, para que la vieran, y dentro del cuarto oscuro andá a saber qué puso.

 Con Néstor Tomeo, militante del Partido Colorado

 EL PARTIDO DESDE LA CANCHA




No tengo ningún recuerdo personal de Pedro Bordaberry porque jamás le pedí una sola entrevista ni él a mí, aunque su natural portación de apellido (hecho asumido al hacer campaña sólo con su nombre de pila) me remite directamente al golpe de estado en Uruguay y a toda la represión anterior y posterior. Quizás por eso mismo no tengo ningún recuerdo del hijo del padre, aunque el hijo no sea el padre. Aprovecho sí para salirle de nuevo al cruce a posibles susceptibilidades y aclarar que a fin de que todas las entrevistas se realizaran en un plano de igualdad opté por efectuar cada una de ellas con una duración exacta de media hora, por lo que el contenido expresado en ese espacio por los entrevistados es de absoluta responsabilidad de cada uno. El propio expresidente Julio María Sanguinetti integró simbólicamente la lista 102000 a nivel nacional (en el último lugar), pero Néstor Tomeo se desmarca asegurando que en Canelones tomaron ese número sin más referente que el ya consagrado candidato Pedro. Néstor trabaja desde hace años en el frigorífico de Las Piedras y también lo hace como peluquero en su domicilio. Su padre fue militar y él creció en el Campo Militar. Tiene 34 años, cuatro meses en el Partido Colorado, y afirma que la agrupación que integra, “Por Canelones y por su gente”, de momento no persigue más ambiciones políticas que las de ayudar a la gente y su entorno, consiguiéndoles trabajo y tratando de mejorar su calidad de vida, aunque no niega que también se está pensando postularlo como candidato a alcalde de Los Cerrillos. Tuvo la gentileza de acercarse hasta nuestra casa para realizar la presente nota.


—¿Cuándo te decidiste a hacer política?            
—Esto surgió hace cuatro meses. En una reunión de amigos decidimos agruparnos, surgió una idea de trabajo, y gracias a nuestro desempeño como trabajadores conseguimos el respaldo de empresas donde trabajamos y ahí arrancamos a trabajar.    
—¿Qué empresas?        
—Tenemos compañeros que trabajan en el frigorífico de Canelones, en Las Piedras, gente que está en Tres Arroyos, toda gente de veinte años de trayectoria en fábrica, gente obrera. Y se sumaron empresas de seguridad…    
—¿Empresas de seguridad al partido?                
—No, como apoyo, para poder insertar gente.            
—¿Insertar gente en qué?    
—Estamos insertando gente en las empresas, les presentamos los currículums. Captamos en la calle que la gente quiere laburar, hay mucha gente que está parada. No es una propuesta como la que hacen otros, que vienen y te dicen “trabajame y te vamos a colocar en un puesto en la Intendencia”. Lo que hacemos nosotros es llevar los currículums a las empresas donde estamos trabajando y tratar de insertarlos.     
—Les facilitan el vínculo con los empleadores.        
—Claro. Uno ya ha generado una confianza dentro de la empresa y eso facilita un montón.
—¿Cuánta gente han colocado hasta ahora?            
—Hay una tanda buena y se sigue insertando a la gente de a poco. Se nos unió esa empresa de seguridad que va a empezar a trabajar en el frigorífico de Canelones y va a precisar veinte personas, ahora acaban de entrar dos más en Tres Arroyos, tenemos unos electricistas para insertar en el frigorífico de Canelones, en Tres Arroyos colocamos más gente a cargo de algunos sectores, o de repente en la agrupación tenemos un compañero que es carnicero y precisa gente para trabajar con él o nos enteramos que en una panadería precisan gente para la cuadra, tratamos de unirnos entre nosotros, ayudanos y ayudar. Ahora vamos a ayudar a una gente que vive en unas casitas muy precarias, tenemos un bloquero, incluso vamos nosotros mismos a poner mano de obra para sacar materiales para esa gente que está precisando.    
—¿Todas esas empresas donde ustedes colocan personal son coloradas?        
—No, no sé si son coloradas.    
—¿Por qué se dirigen a ustedes?                    
—Porque tenemos trayectoria en las empresas, así ellos saben que somos gente laburante, y ese es el respaldo que tenemos.    
—¿Por qué te decidiste por el Partido Colorado y no otro?    
—Porque surgió esa propuesta de trabajo y me gustó.        
—¿Pero de quién surgió?    
—De esa reunión de amigos surgió que todas las ideas eran compatibles y salimos a trabajar. Yo no estoy por un cargo ni por nada, lo que yo quiero es conocer gente, conseguir contactos, ver qué es lo que está pasando en la calle. Por ahora estoy en eso. Más allá de que la agrupación me ve bien como alcalde de Los Cerrillos no es una cosa que me atrape, a mí me falta trabajar mucho y que la gente me conozca.     
—Así que están llevando adelante una tarea asistencialista humanitaria.            —Seguro, ese es el papel que estamos haciendo ahora. Más allá de que vos me digas que hay una bandera la idea es esa, empezar a andar en la cancha y ver qué podemos ir solucionando.    
—¿Si fuera en otro partido no lo podrías hacer?        
—Claro que se podría hacer. El tema es que le están errando en la manera de trabajar. Uno en la calle se da cuenta de que la gente está muy cascoteada, está podrida de que le mientan. Contagiar a la gente en que hay que mirar un poquito a veces para el costado y ayudar al vecino.         
—¿Son todos obreros en la agrupación?            
—Todos obreros.            
—¿Qué apoyo tienen del Partido Colorado a nivel nacional?    
—El único apoyo que hubo fue de 500 dólares que mandaron para imprimir las listas y nada más. Nos imprimieron 5000 listas; después vieron que la movida venía muy buena y nos mandaron imprimir 5000 más, pero si hubieran visto que la cosa era medio chauchona esas otras las teníamos que imprimir nosotros.    
—Así que ingresaron al partido hace recién cuatro meses y ya se presentaron con una lista.    
—Sí. Tenemos un funcionario de la Corte que nos orientó cómo armarla, qué había que poner, lema, sublema, cómo había que armar la gente. Lo importante es sumar, y si hablamos del partido ir levantándolo de a poco porque está detonado.             
—¿Detonado en qué sentido?    
—Es un partido que está muy quemado, muy cascoteado, con gente que ya se tendría que retirar y dejar trabajar a los jóvenes.    
—¿Qué importancia les dan dentro del partido? ¿Qué importancia les da Bordaberry?    
—En las reuniones que han tenido con nosotros siempre nos dan para adelante, les gusta la idea.    
—¿Con Bordaberry cuántas veces se reunieron?        
—Ya van tres veces que nos reunimos. Incluso él vino al lanzamiento de nuestra lista, vino la diputada Matiauda, Tabaré Hackenbruch hijo. Después en una reunión en La Paz nos vino a apoyar Julio María Sanguinetti…    
—¿A quién votabas antes de formar esta agrupación?    
—Yo siempre voté a los colorados, como todos los que estamos en la agrupación.        —¿Con qué otras listas hicieron alianza para las internas?    
—Con nadie, sólo nosotros. Y así y todo pasamos los 300 votos en Canelones, cuando otras listas viejas y agrupadas nunca han pasado los 100 votos. Pero al principio tuvimos una gran decepción porque la gente no salió a votar, que a nosotros que somos nuevos nos mató.
—¿Por qué pensás que más del 60% no fue a votar?    
—La gente no fue porque ya sabían quién era el candidato. Y en el Frente ya sabían que era Tabaré. La disputa estaba entre los blancos, por algo votaron bien.    
—Bordaberry es un apellido muy pesado para defenderlo...    
—Es pesado. Por eso es Pedro, el apellido lo ponen más chiquito.    
—Vos que naciste en dictadura, ¿cómo viste esa etapa histórica cuando fuiste creciendo?, el golpe de estado, donde Bordaberry tuvo un papel importante. 
—Sí, pero yo soy hijo de un padre militar y no sabría ni qué decirte, porque lo básico en casa fue la conducta, ser recto…        
—No lo llegaste a ver con independencia.            
—Seguro.                
—Capaz que por eso estás en el Partido Colorado.        
—Puede ser. Pero ya te digo, más allá de que haya una bandera yo me siento bien trabajando para la gente.             
—Pero alguna línea de política nacional supongo que recibirán. Por ejemplo sabés que Bordaberry está a favor de bajar la edad de imputabilidad a los jóvenes. 
—Ese es un tema en el que no todos tenemos que estar de acuerdo, porque en esa edad los chiquilines absorben todo lo que aprenden y si vas a insertarlo con presos que tienen cancha ya vas a proyectarlos al mil por ciento para que aprendan eso.         
—O sea que vos no estás de acuerdo con bajar la edad de imputabilidad.            
—No, es una de las cosas con las que no estoy de acuerdo. Ahí habría que hacer otro tipo de políticas, ver por qué el chiquilín está en la calle, buscarle la vuelta, hay otras medidas me parece.    
—Ahí también aparece el problema de la droga. ¿Hay droga en Los Cerrillos?        —Hay sí. Y van a buscar droga a Santa Lucía por ejemplo. Porque tengo una línea de trabajo que son gurises de 18, 19 y 20 años, la otra vez me invitaron a comer unos chorizos al parque de Santa Lucía y yo quedé helado, a las seis y media de la tarde me tuve que venir porque me dio pena por los gurises, que incluso venían gurises de Cerrillos, ya tenían sus contactos, hacían sus repartos, y yo me vine.        
—¿Qué consumían?, ¿sólo marihuana?            
—Sí, porro, y me daba pena porque se estaban destrozando al pedo.                     
—Ahora se legisló el consumo y compra de marihuana. ¿Cómo ves eso?            
—No lo entiendo, porque por un lado te dicen no al cigarrillo y por otro lado te legalizan la marihuana. Yo no puedo creer que porque legalicen la marihuana la pasta base va a desaparecer.    
—Si Bordaberry pudiera llegar a la presidencia, ¿qué cosas positivas que no se están haciendo hoy haría?        
—Lo que van a encarar firme va a ser la educación y la seguridad.    
—¿En qué sentido encararía la educación?            
—Ahora en las escuelas te dicen que van a tener portugués, inglés, taller de música, plástica, esto, lo otro, y vas a la escuela y lo que hay es porque los padres lo están sacando de su bolsillo, a pulmón, y porque la directora es guapa y echa para adelante y se logra, pero no es que venga como dicen. Eso si se dice hay que cumplirlo, más allá de que la educación arranca en la casa.    
—¿En materia de seguridad cuál sería la línea de Bordaberry?, ¿mano dura?        
—No creo, sería más trabajar la línea que trabajó Stirling.         
—¿Qué cambios haría?    
—Hay mucha cosa, en la calle tiene que haber mucho más patrullaje, y el servicio tiene que ser más ágil.                
—¿Eso incluiría la creación de una policía militar?        
—Eso se va a ir viendo.        
—¿Se maneja esa idea?    
—Se podría. Que trabajen en conjunto en la calle. Pero esto te lo digo yo nomás como vecino.
—¿El Partido Colorado tiene algún plan para combatir la pobreza? Porque hoy por ejemplo existe el MIDES, que ha sido muy discutido.        
—Lo que tiene el MIDES es que hay más gente haciendo cola en el MIDES que para pedir un trabajo. Trabajos hay, pero están más aferrados a eso.         
—A ver si puedo entender. Ustedes lo que hacen es aportarle votos a Bordaberry pero no reciben línea de lo que haría.    
—Claro, la idea nuestra es lograr un apoyo y que ahí podamos meternos de lleno.            —Pero también se maneja nombrarte como candidato a alcalde.                
—Sí, pero no lo veo todavía, hay que ganarse la confianza.    
—¿Qué cosas le cambiarías a Los Cerrillos?            
—Hay que organizar las calles, no tenés un cartel de pare en esquinas donde todos los días hay accidentes, salís a una ruta y no tenés un cartel de pare, una cebra en la plaza… 
—¿Cómo ves el tema de la policlínica?                
—Se precisa una ambulancia, un médico de guardia con un enfermero, un respaldo en los medicamentos, que no hayan fugas.    
—¿Hay fugas de medicamentos en la policlínica?        
—Yo pienso que sí, porque no puede ser que pidan los remedios y va la persona que lo necesita y el medicamento no está, es muy raro eso. Y después trabajar en la recolección de residuos en tiempo y forma. Mientras Pose estuvo como alcalde nunca vi un Cerrillos tan ordenado, y me da pena que ahora que hay otra bandera lo dejen derrumbar.    
—Decís que Pose no le da tanta bolilla porque gobierna el Partido Nacional.        —Como vecino lo veo así.    
—Otro problema es la UTU cerrada. ¿Qué puede hacer el PC para revertir eso? 
—Eso se puede hablar. Mi hijo tiene 16 años y está yendo a estudiar a una UTU de Montevideo.    
—¿Alguna vez le plantearon a Bordaberry algunos de los problemas de Los Cerrillos?    
—A Bordaberry no, todo por abajo, a nuestros abogados y gente de experiencia allegados a ellos.    
—O sea que ustedes como grupo se parecen más a una sociedad de fomento que a una agrupación política.    
—Capaz que sí. Yo me siento orgulloso de lo que estoy haciendo, cada vez que voy para casa me voy recaliente porque no puede ser que gente con poder no vea las cosas más elementales.