Los Cerrillos - Canelones

—¿Cuándo empezaron con la radio y cómo lo lograron?     

—La radio empezó en 2012 y fue gracias a que ganamos un proyecto de los Fondos de Iniciativas Juveniles del INJU. Presentamos un proyecto para tener una radio comunitaria, lo ganamos y ahí compramos todo el equipamiento: la antena y la consola, porque la computadora es nuestra, y después de ganar ese concurso vimos la necesidad de tener un espacio para poder instalar la radio, porque en ese momento que lo ganamos no teníamos un espacio físico, estábamos todavía funcionando en la Casa de la Cultura y no podíamos instalarla ahí. Nos propusimos buscar un local, coincidimos con la gente de la Sociedad de Fomento Rural y nos cedieron este espacio que funciona como Casa Joven y como radio. Hicimos el lanzamiento de la radio en el Forestbar, que nos cedió el espacio, con unas bandas acústicas, y empezamos con diferentes programas, después esos programas dejaron de salir al aire y pasábamos música, pero como la mayoría trabajamos no tenemos tiempo para que esté prendida las veinticuatro horas todos los días de la semana, entonces dejamos prendida la radio de miércoles a domingo con música y en los momentos que hay programas se irradian esos programas.  

—¿Cuáles fueron esos primeros programas?  

—Empezamos con un programa de raíd, otro programa nuestro, de Cabildo Joven, otro también sobre jóvenes, después entraron los chiquilines de Sin Documento, entró un programa de deportes, y son los mismos que arrancaron de nuevo este año, más JóvenES Hoy y el tuyo, Éramos Pocos. En un principio en nuestro programa de Cabildo Joven, con el que por el momento no hemos vuelto, tratábamos de que nuestras reuniones semanales de los días miércoles se escucharan al aire. 
—¿Este año piensan reflotar esa experiencia del programa de Cabildo Joven?
—Sí, se podría, lo que pasa es que depende mucho de los tiempos que tengamos para poder venir a las reuniones, por el trabajo o el estudio.
—¿Cuánto dinero recibieron del Fondo de Iniciativas Juveniles?
—20 mil pesos. 
—¿Dónde está la torre y qué alcance tiene?
—Acá mismo, en la radio. La instalamos nosotros. Y el alcance es de tres kilómetros a la redonda más o menos. 
—¿Qué repercusión tuvo la radio cuando comenzó y qué repercusión tiene hoy en la gente de Los Cerrillos?
—Nosotros no tenemos cómo medir si la escuchan o no, pero según los comentarios se escucha bien. Lo que hacíamos también para difundirla era poner un parlante en la feria los domingos de mañana, cuando estaba el programa de deportes, y mientras estaban en la feria se podía escuchar la radio. Esa era una forma de difusión, que estaba buena porque por lo menos la gente de la feria, que es la que viene más de la parte rural, y la gente más mayor, sabía la existencia de la radio. Y eso este año se puede seguir haciendo.
—Están afiliados a la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC).
—Sí, estamos afiliados a AMARC por el tema de que nosotros usamos una frecuencia que era la que estaba antes como radio comunitaria acá, la 90.7 Ciudad FM.
—¿Cómo fue ese traspaso de los responsables anteriores a los de ahora?
—Cuando ganamos el proyecto les pedimos a ellos una reunión y nos dijeron que no tenían ningún problema porque ellos no la estaban usando, hacía como más de un año que estaba parada, no estaba funcionando, y fue por eso que no tuvieron problema en ceder la frecuencia ni el nombre. Nosotros no podemos cambiar el nombre de la radio pero nunca nos pusieron ningún impedimento de nada.
—¿La radio tiene algún coordinador o director?
—No, por el momento la coordinan los que hacen los programas.

—¿Tienen algún operador fijo?

—No, cada uno de los que tiene programa aprendió a hacer de operador de su programa. 
—¿Cómo fue el acuerdo con la Comisión de Fomento Rural?

—Estábamos buscando un lugar y veíamos que este galpón siempre estaba vacío y cerrado, entonces averiguamos quiénes eran las personas que gestionaban eso, vinimos a una reunión de ellos, les planteamos cuál era nuestra propuesta, que necesitábamos un lugar para poder instalar la radio y que además funcionara también como un lugar nuestro de reunión, y ellos estuvieron de acuerdo porque no estaban funcionando con actividades dentro de esa comisión, el galpón estaba cerrado, querían darle movimiento al lugar, entonces se beneficiaban ellos y nosotros. Y así fue como hicimos el comodato por escribano.